Valverde ayer hoy y siempre. La plaza en el recuerdo

La plaza que nos robaron

En tiempos difíciles los gobiernos municipales siempre han optado por fomentar la obra pública, con objeto de disminuir el paro creciente. Eso ocurrió en la última etapa de la Segunda República en Valverde del Camino, cuando se construyó la plaza Ramón y Cajal que hemos conocido todos y que ha desaparecido para siempre estos días.

M Cayuela (Archivo A Rico).- El 8 de febrero de 1935 el pleno del Ayuntamiento de Valverde, siendo alcalde Nicolás Hidalgo Gómez, decide construir un paseo público sobre la antigua plaza de Abastos. Para tal fin se hizo el proyecto con un presupuesto de 63.701 pesetas. Fue necesario derribar el Pósito Agrícola (que cerraba la plaza al situarse entre los actuales edificios del Roa Roa y el Banco Andalucía). En lo alto del edificio del Pósito existía una escuela y en su parte baja y adosado a sus laterales tres pequeños negocios: un estanco y dos tabernas. Para amparar a estos pequeños empresarios, a doña Ildefonsa Batanero, dueña del estanco, se le cedió el antiguo juzgado (hoy Farmacia de Vizcaíno), y a los taberneros José Bermejo Castilla y Miguel Romero Carrillo (Furrique) optaron por una indemnización consistente en 325 pesetas.

Las obras de remodelación de la plaza terminaron antes de la feria de ese año. Posteriormente en los años 50 se dotaría a la plaza de arboleda y se construyó el templete de la música que desapareció en los años 80, cuando se le cambia toda la solería.

(Nota: La fotografía que ilustra este reportaje es de los años 50. Los coches aparcados en la acera frente a la farmacia de Fleming son taxis. Se observa el nuevo Ayuntamiento recien construido y las palmeras recien plantadas)