En 1986 se pidió la libertad de Diego Cañamero en las antiguas paredes del "Arvellano"
Diego Cañamero es un activo sindicalista del campo andaluz (ver) que ha estado varias veces en prisión por protestas sindicales. El pasado domingo fue detenido en Sevilla cuando se manifestaba (ver). En 1986 unas pintadas con su nombre aparecieron en la fachada del Ayuntamiento de Valverde.
M Cayuela (Hemeroteca Facanías).- El solar donde actualmente se ubica el Ayuntamiento de Valverde del Camino, fue antiguamente la carcel de Valverde. Esta cárcel era conocida popularmente como el "Arvellano". Cuentan los que la conocieron que los presos charlaban en ocasiones con los socios del Casino Recreo situado justo en frente. Una vez apuntado esto hay que aclarar que Diego Cañamero no estuvo encarcelado en Valverde.
En el verano de 1986 justo en los que fueron las paredes del popular "Arvellano" aparecieron unas pintadas pidiendo el indulto para Diego Cañamero, sindicalista y máximo dirigente del Sindicato de Obreros del Campo, conocido por sus encendidas manifestaciones. Esta fotografía fue publicada en Facanías en septiembre de ese año y tras lo leido en la revista podemos deducir que la pintada causó asombro en Valverde, porque muy pocos sabían quien era Diego Cañamero. Por esa fecha Cañamero tuvo que ser encarcelado y sus partidarios realizaron esta pintada en la fachada del Ayuntamiento de Valverde del Camino, esa sería la expliación más lógica.
En el verano de 1986 justo en los que fueron las paredes del popular "Arvellano" aparecieron unas pintadas pidiendo el indulto para Diego Cañamero, sindicalista y máximo dirigente del Sindicato de Obreros del Campo, conocido por sus encendidas manifestaciones. Esta fotografía fue publicada en Facanías en septiembre de ese año y tras lo leido en la revista podemos deducir que la pintada causó asombro en Valverde, porque muy pocos sabían quien era Diego Cañamero. Por esa fecha Cañamero tuvo que ser encarcelado y sus partidarios realizaron esta pintada en la fachada del Ayuntamiento de Valverde del Camino, esa sería la expliación más lógica.
La culpa de todo el paro la tiene Zapatero y los que lo votan, ahora no quejarse
ResponderEliminarVaya forma de expresarse alguien que quieren que se le VOTE. Resulta que la culpa del paro la tienen los votantes de Zapatero y no la tienen:
ResponderEliminar-L@s especulador@s de la burbuja inmobiliaria.
-Los bancos y cajas que no tienen o no quieren dar créditos a l@s empresari@s.
Menos mal que Zapatero solo se presentó por Madrid, y así sólo los parados de Madrid que le votarons serian culpables de estar en el paro y de que lo hubiera.
¡MAS SERIEDAD Y SOLUCIONES YA!
Viva la lucha obrera y sindical en la defensa de los currantes.
ResponderEliminarEl SAT si sigue siendo un sindicato.
Buen aporte Cayuela.
Nunca estuvo el Avellano frente a El Recreo, el Avellano estuvo en el antiguo edificio del Ayuntamiento, donde después se levantó TEJIDOS MARIANO y hoy ocupado por el Banco de Andalucía, lindando sus paredes con lo que fue la HELADERÍA DE VALDERAS, "La Casita de Papel" más tarde y actualmente el bar de Diego.
ResponderEliminarLa persona de prestigio y respeto de verdad en el SOC, fue Diamantino García ya muerto.
De justicia seria que aquellos trabajadores del campo que agotaran su prestacion, cobraran tambien los 420 euros,ya que estos se llevan todo el año ,trabajen o no, pagando el sello agricola todos los meses,unos 80 euros mensuales.Ademas que tambien fue una propuesta electoral incumplida,de que iban a equiparar a estos, como si fueran del regimen general.ARRIBA EL SINDICALISMO Y EL MOVIMIENTO OBRERO
ResponderEliminarANTONIO DS.
sí, vale, la figura del cura Diamantino fue importante, pero eso no significa que la de Diego Cañamero no lo haya sido ni lo siga siendo en la actualidad.
ResponderEliminaryo he crecido viendo la pintada de "indulto para Diego Cañamero" en el lateral de la casa de la cultura de Valverde que da a la carretera.
Si no me confundo, la pintada la hizo Arturo Carrasco (su letra era, por conocida, muy singular) y el Ayuntamiento le plantó una multa que él recurrió, argumentando que no se podía demostrar que él la hubiera hecho. No sé cómo terminaría aquello. Seguro que otros podrán atinar mucho más con esta anécdota.
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