Amenazas en La Palma
Odiel Información (Memoria Histórica).- Las obras de una urbanización de 119 viviendas en La Palma junto a los terrenos donde se cree que existe una fosa común que podría albergar a unos 200 fusilados por los franquistas, siguen dando que hablar. El presidente de la asociación de la Memoria Histórica y concejal socialista, Ignacio Ávila, ha recibido amenazas de muerte por su oposición a las obras.
Esto es increible, ¿acaso esto no es terrorismo? ¿Se tomarán medidas? Si es que como dijo Paquito todo queda atado y bien atado.
ResponderEliminares que despues dicen que si esto que si lo otro como para luchar por la libertad la gente de izquierdas nadie. el fascismo que se acabe y la palma es reducto de facio
ResponderEliminarDeberían ir los socialistas de Valverde en misión evangelizadora a La Palma, para sacar a esas desdichadas almas del pecado peperiano.
ResponderEliminarlos socialistas no imponen convencen...
ResponderEliminarPara pagar todo el gasto de las exhumaciones de muertos para volver a enterrarlos exactamente igual, ¿de dónde se va a sacar el dinero? espero que a los ciudadanos no nos cueste nada.
ResponderEliminarexactamente igual no, como corresponde a una persona digna, no como los fascistas los enterraron como perros.
ResponderEliminarhay una diferencia tremenda
A mí, por La Palma me dá hasta miedo pasar en coche; y no por los pobres colgaos de las casas viejas, sino por los ¿Barbu?
ResponderEliminarAnónomo seguramente no costará enterrar a estos muertos ni una cuarta parte de lo que le costó a España la cosntrucción del Valle de los Caídos.
ResponderEliminarY me parece muy fuerte que digas 'para enterrarlos exactamente igual'. Qué suerte has tenido de que no te mataran a nadie de tu familia sólo por defender la libertad.
A mi abuelo lo mataron como a tantos otros. Pero mi padre supo sabiamente legarme el saber perdonar y olvidar. Podía haberme dicho quienes fueron los asesinos de su padre y los descendientes actuales, pero creyó más conveniente que yo lo ignorara siempre. Desde aquí, quiero hoy más que nunca, darle las gracias por ello. Por no dejar que la semilla del rencor germinara en mí. Gracias papá.
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