... dicen que tiene Valverde. Así lo proclama el fandango, pero sólo es media verdad, a no ser que ese fandango cante tiempos más viejos. Esa calle siempre tuvo dos pozos, uno casi arriba, cercano a la bocacalle de la Callejilla de la "plaza los toros" y otro a la bajada, a medio camino entre el puerto y la plaza del paseo, frente a la casa de D. Felipe Forcada .
Desde el puerto hasta los alrededores del pozo se abría la calle ofreciendo más amplio espacio donde niños y niñas jugaban sin temor libres aún del tráfico actual. Sólo pasaban el Balilla de Manolo Reina, el coche de Manolillo, la camioneta de Damas, el Fargo de Morián y pocos más. ¡Ay, Calle Arriba!; después Real, luego calle Sagasta, calle Marqués de Estella en junio del 26 y también Calvo Sotelo tras la Guerra Civil del 36, pero, sin embargo, ahora y siempre calle Arriba, arteria la más directa e importante hacia el corazón del pueblo, y la que más huella dejó entre nuestros recuerdos.
Texto: José Sánchez Borrero
Recuerdo el pozo de brocal estrecho, más o menos, estaba ante la casa de "Calvo Sotelo", padre de Miguel Mantero, por encima del estanco que regentaba la mujer de José Manuel Villadeamigo.
ResponderEliminarAquí en la calle arriba tuvo lugar tambien un singular acontecimiento que apareció en toda la prensa nacional. A la altura de la casa de Rafael Arroyo; la muerte por tiro de rifle efectuado por Diego, mi hermano, apostado en la casa de Pérez Vazquez en octubre de 1966, de un toro de la la ganadería, creo, de Hidalgo Rincón que se escapó cuando lo estaban desencajonando en la Plaza de Toros para una corrida de seis toros que lidiaría Capillé, el torero de la Palma del Condado.Por cierto, se dió la circunstancia que al entregarle a Diego "las dos orejas y el rabo" como premio a su "faena", resultó que el rabo era postizo.
Saludos
Doria