El Rocío de Candón

Muchos ya no recordarán que hubo un año en el cual la Hermandad del Rocío de Valverde igualó y superó en número de carros y calidad de las bestias a la hermandad más popular e importante de cuantas peregrinan a las marismas almonteñas, es decir la Hermandad del Rocío de Triana. Ese año fue 1953 y fue el Rocío de Candón.

En el segundo tercio del siglo XX, las familias valverdeñas que durante los siglos anteriores colonizaron Candón, como tantas otras zonas de los baldíos de Niebla y Beas, fueron “asfixiadas” por un cacique e influyente hombre de Beas casado con Marina Sayago Sayago, dueña del Coto de Soriano donde se encontraba enclavada la aldea. El hecho de rodear a la aldea daba pie a los dueños del coto a limitar el espacio vital de los candoneros, ya que la aldea estaba cercada en un reducido espacio de terreno desde que el coto fue desamortizado en el siglo XIX.

Para terminar con esta situación, a finales de los años 40 y principios de los 50, Diego Romero Pérez (El Notario) llevó a cabo la defensa judicial de todos los candoneros. La fuerte influencia del cacique beacino, consiguió paralizar el expediente durante varios años. Pero la cosa cambió cuando unos misioneros vascos llegaron a Candón. Ellos fueron el medio a través del cual el Notario y los candoneros pudieron ser escuchados por el cardenal Segura, que a su vez era “temido por Franco como una vara verde”. Tras la mediación del cardenal, la aprobación en el Consejo de Ministros del Decreto de expropiación forzosa que liberó definitivamente a Candón fue inmediata.

En agradecimiento, los candoneros quisieron pagar al Notario por los servicios prestados. Pero Diego Romero, rechazó un pago económico, y pidió a los candoneros que le acompañaran en el Rocío del año 1953, año en el que fue hermano mayor de Valverde. Veintitrés carros con cientos de mulas cruzaron ese año los llanos del Palmar, camino de Almonte, para dar gracias a la Virgen del Rocío. Candón dio lo mejor de sí, que no era poco, y la Hermandad de Valverde, para orgullo de su hermano mayor, fue la más admirada por el resto de hermandades. Hoy una de las calles principales de Candón lleva el nombre de Diego Romero.

P.D.: Toda esta historia la rescaté tras ver una vieja fotografía propiedad de las hermanas Ildefonsa y Simona (conocidas en Valverde y Candón como “las mudas”), donde mi abuela Dolores Vizcaíno Palanco posa en un grupo de candoneros en el Rocío del año 1953. Si alguien sabe de donde puedo sacar más información (documental o gráfica) le agradecería su colaboración. Gracias.