No soy partidario de realizar revisiones interesadas de la Historia de Valverde del Camino. En todos los períodos se han cometido grandes injusticias y se seguirán cometiendo, porque siempre han existido y existirán hombres de buen corazón y canallas, sin que a ambos grupos se les pueda poner ninguna etiqueta política, social, religiosa o cultural determinada.
Existe una etapa de la vida local en la que el frasco del odio se derramó por Valverde. Hoy quiero traer el blog los datos que he podido recopilar de un hombre bueno, que perdió la vida (aunque se desconoce a ciencia cierta dónde) por su pueblo y por sus ideales políticos. Ese hombre fue Juan Fernández Romero.
Juan Fernández Romero pertenecía a una familia de hondas convicciones políticas vinculadas con la izquierda republicana. Su padre Diego Fernández Parreño (Mateo) dueño de una imprenta y uno de sus hermanos Antonio Fernández Romero, también destacaron por sus ideas políticas. Juan pertenecía a un grupo de masones del Triángulo de Blasco Ibáñez, junto con su hermano Antonio, Andrés Parreño Márquez (El Sastre) o Ildefonso Cejudo Parreño (padre de los hermanos de la marca deportiva Cejudo)
Juan era alcalde de Valverde cuando estalló la Guerra Civil en julio de 1936. Anteriormente había sido concejal por Izquierda Republicana al inicio de la II República en abril de 1931. Fue alcalde en dos períodos. El primero de ellos entre julio de 1932 y el 11 de octubre de 1934. En el octubre negro de 1934 los representantes electos de partidos de izquierdas son desposeídos de sus cargos por la Revolución que tiene lugar en Asturias. En febrero del año 1936 vuelve a ganar su partido integrado en el Frente Popular y se convierte de nuevo en alcalde de Valverde.
Al estallar la Guerra Civil el 17 de julio de 1936 era el alcalde de Valverde del Camino. Sin embargo, el 29 de julio se marcha por la inminente llegada de las tropas nacionales a Valverde. En su huida utilizó un coche requisado a la Fábrica de Muebles de José Franco, siendo chofer el valverdeño "Pirraco" que lo deja en Riotinto. Posteriormente el coche fue encontrado en Almonaster. Las últimas noticias que se tienen de él me las relató mi tío Aurelio Parreño Bermejo (1896-1998), precisamente comercial de la casa de Muebles de José Franco, hecho que desconoce la gran mayoría de valverdeños.
Resulta que un día de principios de los años 40 una pareja joven y la madre de la novia, se acercaron a Valverde a comprar los muebles para casarse:
- ¿Y donde hay que mandar los muebles?, dijo Aurelio Parreño
-A Jerez de los Caballeros, en la provincia de Badajoz, dijo la madre de la novia.
- ¿A Jerez de los Caballeros? ¿Y como no han ido ustedes a Zafra? Allí tenemos una casa comercial que distribuye nuestros muebles.
- Pues bien sencillo don Aurelio. Yo tengo una fonda en Jerez, y en tiempos del Movimiento estuvo parando allí el alcalde de Valverde, que venía huyendo de las tropas franquistas. Antes de irse me dijo que si quería muebles buenos fuera a Valverde del Camino y preguntara por Aurelio Parreño. Y eso he hecho.
Dando por buenos estos datos, la última vez que alguien vio a Juan con vida fue en Jerez de los Caballeros. Nunca más se supo de él y se cree que fue fusilado en la plaza de toros de Badajoz, donde se realizó una gran matanza, tras ser ocupada dicha capital por las tropas del general Yagüe el 14 de agosto de 1936. Hoy Juan Fernández Romero tiene una calle dedicada en su pueblo, como el primer alcalde de Valverde del Camino que fue asesinado por el hecho de serlo.
Conocía esta historia de oídas, claro está que tú la has explicado con mucho más lujo de detalles que mi vaga memoria.
ResponderEliminarSin embargo, recuerdo de niño q mis abuelos no querían q le preguntase mucho a cerca de la guerra ni la historia de nuestro Valverde, y era mi abuela la q increpaba a su marido cada vez q yo le preguntaba y este me respondía q tal y q cual... Lo q yo no sabía era q a mi abuelo le habían matado a su hermano durante la represión por el simple hecho de ser chófer.
Sin entrar en más heridas no cerradas, pues yo no sé lo que haría si alguien matase a mi hermana por el simple hecho de ser educadora social, sólo quiero decir que me parece muy bien q salga a la luz la verdadera historia de nuestro pueblo de toda España, q ya está bien de tanto ocultismo y tanto “pobrecito” eran "otros tiempos", posiblemente yo no tendría esta forma de pensar si hubiera vivido en "otros tiempos", pero no dejo de reconocer q debe ser muy difícil vivir toda la vida con ese resentimiento, viendo a diario como aquellos que mataron a un familiar o una amistad vuestra han seguido impunes libres de culpa y pena pese a volver la "democracia" a nuestras vidas.
Hola Pop:
ResponderEliminar¿Con el chofer hermano de tu abuelo te refieres al "Pirraco"?. Perdona por utilizar el mote, pero es que esto lo he leido y por más que he buscado no he encontrado el nombre.
Me parece de justicia honrar la memoria de todos aquellos que fueron asesinados y/o represaliados injustamente ayer, hoy y siempre. Ahora vuelvo a recalcar que no acepto las revisiones históricas dirigidas con intereses partidistas.
Gracias por aportar tus datos.
Salu2
Por si os interesa: Recuerdo el documento que me enseñó en su momento Francisco Espinosa, autor de La Guerra Civil en Huelva. Se trataba de una entrega de la guardinha portuguesa a miembros de Falange. El alcalde en cuestión fue detenido intentando pasar por Portugal a zona republica. No recuerdo la fecha exacta del documento pero fue en la frontera de badajoz con Portugal unos días antes de los acontecimientos en la Plaza de Toros de Badajoz
ResponderEliminarPrecisamente esa la hipótesis de Aurelio Parreño. Me contó que fue devuelto a Badajoz desde la frontera portuguesa, porque Salazar (Dictador en Portugal) era aliado de Franco. Creía que era una hipótesis, pero veo que hay algo de cierto en ello.
ResponderEliminarGracias Juan Carlos.
Salu2
Hola Cayu,
ResponderEliminarmi tío abuelo se llamaba Juan Castilla Jiménez, era natural de Sotiel Coronada, que de allí proviene la familia de mi abuelo materno.
Juan era el hermano mayor de mi abuelo, a quien siempre tuvo mucho apego, más aun cuando su hermano Juan se fue con un tío suyo a Huelva (según tengo entendido) a trabajar como taxista y cuando regresaba a Sotiel siemrpe traía algún detalle culinario (q era lo propio en los tiempos q corrían). Sin embargo, al tener mi tío-abuelo en Sotiel a su familia y su novia (la joven con quien se hablaba como me relataba mi abuelo) pues estaba en Huelva a disgusto y quería regresar a Sotiel. Y así fue cuando le dijeron que iba a quedar un puesto de chófer libre en la mina para trabajar para los directivos, él regresó a Sotiel pero desafortunadamente al poco tiempo fue asesinado, porque según un "chivatazo" pertenecía a un sindicato, lo que era falso. Según me contaba mi abuelo la persona que lo acusó lo hizo simplemente por el hecho de quitarselo de en medio para el conseguir el puesto de chófer. Lo que de ser cierto da una idea de las calamidades y necesidades que pasaban las personas por aquella época y de lo despiadado que el ser humano puede llegar a ser.
Debo decirte que nunca he contrastado esta historia, ni ninguna otra que me han contado mis abuelos, o mis tíos-abuelos.
Un saludo y enhorabuena poor tu blog q poco a poco se va apreciando la gran labor que haces.
Hola Pop:
ResponderEliminarInteresante y a la vez triste historia. Gracias por compartirla. Voy a buscar el nombre de Juan Castilla Jiménez en el Libro de Espinosa (ya citado por Juan Carlos) de la Guerra Civil en Huelva a ver si encuentro algo.
Me han llamado la atención los apellidos Castilla Jiménez, idénticos a los del escultor Manuel Castilla Jimenez, de la familia de la posada de la Calleja (actual Caja Rural). Él también fue asesinado. ¿Existe alguna relación?
Salu2.
He consultado el nombre "Juan Castilla Jiménez" en la relación memorial que se publicó en la revista "Memoria Viva 1936-1939" editada por la Comisión Ciudadana Pro Recuperación de la Memoria Histórica de Valverde en 2005 y no aparece.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSr. Cayuela:
ResponderEliminarHemos leído su artículo sobre el alcalde de Valverde del Camino y tenemos que añadir más información sobre él. Ayer escribimos un comentario y, al intentar rectificarlo, ocultamos el texto. Por ello, vamos a intentarlo de nuevo.
Nuestra madre, que al estallar la guerra civil estaba haciendo prácticas de telegrafista en Huelva, volvía a su pueblo, Encinasola, pasando por Valverde. Quiso alojarse allí y no encontró habitación, pero el alcalde solucionó el problema. La vida volvió a reunirlos. Nuestro abuelo, SATURNINO TORRES GARCÍA, huyó a Portugal, temiendo los problemas que le podían ocasionar sus ideas republicanas (Azaña). Nuestra madre se enteró que había sido apresado, debido a una denuncia que realizó alguien del pueblo. La connivencia de Franco y Salazar hizo que estos refugiados carecieran de los derechos que les correspondían como exiliados. Nuestra madre tenía muchos amigos en Portugal, debido a los negocios de su padre (importación y exportación), y averiguó que este estaba preso en MOURA. Allí se marchó tras él. Tenemos 3 cartas de mi abuelo, fechadas las dos primeras el 3 y el 19 de septiembre de 1936, y la tercera y última sin fecha. Además nuestra madre se pudo comunicar con su padre verbalmente y lo primero que éste le dijo es que estaba con el alcalde de Valverde, y que se lo transmitiese a su mujer. Nuestra madre y la esposa del alcalde mantuvieron desde entonces una relación familiar, y nosotros visitamos en San Juan del Puerto a la familia. En las primeras cartas nuestro abuelo pedía que su hija le comprase utensilios para poder lavarse, comida, y ropa limpia… nunca olvidaba sus demostraciones de cariño, mandando “un millón de abrazos” para su familia y saludos para otros allegados. Su última carta es dramática, aunque resta preocupación a su hija. Le pide que recoja una serie de prendas de vestir, “un pañuelo blanco que tu te quedas con el” y dice “ ya os escribire de Lisboa no te asustes que vamos mejor al campo de concentración”. Esta carta parece que fue escrita sin luz por el trazo grande e irregular, y firma “afftos a todos un abrazo de tu padre-S. Torres”. Nuestra madre, que estaba en MOURA, pudo ver cómo un furgón de la guardia civil española se llevaba a presos y entonces temió lo peor. Efectivamente, como en el caso del alcalde de Valverde, no se sabe qué fue de él. Los amigos portugueses fueron buscándole hasta Lisboa y no pudieron averiguar nada. Nuestra madre siempre pensó en Badajoz. La persona con la que él había escapado en moto desde Encinasola, sí figura, según un libro publicado en esa, entre los fusilados en Badajoz. Rumores de los del pueblo (que nos llegaron a nosotras) decían que los podían haber matado al pasar la frontera, cerca de Barrancos. Seguramente, su cuerpo está en una cuneta. Nuestra madre consideró siempre que el alcalde y el abuelo estuvieron juntos hasta el final.
Hasta ahora no pudimos meternos de lleno en indagaciones, problemas familiares nos lo impidieron. Pero ya estamos dispuestas a seguir buscando, y averiguar el camino de vuelta. Mi madre guardó memoria de su padre cada día, luchó por él lo indecible en aquellos tiempos, y hoy sería muy feliz al ver que un nieto de uno de aquellos fusilados republicanos ha dado ejemplo a otros familiares de cómo luchar por borrar aquella injusticia. Nuestra madre no nos inculcó deseos de venganza, pero sí que
la memoria de su padre era muy importante. Nosotros siempre lo hemos sentido así. Desde hace años hemos buscado conocer a los amigos portugueses, hemos preguntado en Barrancos, donde hasta hace pocos años se conocía el almacén del abuelo como la casa de Saturnino… El hecho de que mi madre se trasladase a Madrid en los 40 y la imposibilidad de hacer pesquisas durante 70 años ha ido borrando muchas huellas, pero no desistimos de buscar a nuestro abuelo. Felicidad y Carmen, nietas de Saturnino Torres.
Buenas tardes. Me ha gustado mucho el post: interesante, bien documentado, serio, mesurado.
ResponderEliminarNo obstante, siento discrepar no sobre el contenido en sí sino sobre determinadas afirmaciones del exordio:
Efectivamente, hay revisiones interesadas de la historia. Ahí están los y las revisionistas de uno y otro signo. Sin embargo, en el caso concreto de don Juan Fernández, éste no fue asesinado por ser un "hombre bueno" -que indudablemente lo fue-, sino por ser un demócrata y, por consiguiente, considerado enemigo de los golpistas del 36.
En cuanto a las etiquetas, y refiriéndonos concretamente a lo acaecido en nuestro pueblo en aquellas fechas, desafortunadamente sí que les podemos etiquetar políticamente: fanáticos fascistas.
Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla, dejó escrito Cicerón. Y ello incluye el olvido de las circunstancias y, sí, etiquetas políticas del momento historico concernido.
Por lo demás, precioso el post. Mi más sincera enhorabuena.
Buenas tardes mi hija tiene que contar la historia de alguna calle de valverde del camino OS molestaría que fuera esta me parece interesante y agradecería mucho que me situaran la calle gracias
ResponderEliminar