Valverdeños por el Mundo. Escocia

Ángela Mora Orta

"Me encantaría volver a España , mientras tanto voy a disfrutar la experiencia de vivir en el extranjero y formarme todo lo que pueda"

Es Valverde (es noticia).-

Valverdeños en Escocia. Ángela Mora Orta
Por Jesús Ramírez Copeiro

Ángela Mora Orta, hija de los valverdeños José Mora (Citroën) y Josefi Orta, nació en Riotinto el 26 de noviembre de 1990. Estudió en el colegio de Sta. María Magdalena, hizo bachillerato en el Diego Angulo y se diplomó en la Universidad de Huelva como maestra en la especialidad de inglés. El último curso de su carrera lo pasó en Belfast (Irlanda del Norte) con una beca Erasmus. Tras terminar sus estudios en esta ciudad, decidió quedarse para probar suerte con el trabajo. En Belfast -nos dice- estuve con la familia Hundleby, enseñando español a sus niños y luego trabajé en el servicio de atención al cliente para la firma Nissan. A finales de 2012 y tras dos años viviendo en Belfast, decidió mudarse a Edimburgo (Escocia) con su novio David Rubio Vidal, madrileño e ingeniero de teleco. David trabaja en Seebyte, una empresa que desarrolla software para vehículos no tripulados de inspecciones submarinas.

Edimburgo y sus leyendas

Edimburgo es la capital de Escocia y la segunda ciudad más popular y visitada del Reino Unido, después de Londres. Todo el mundo que había estado aquí decía que era un sitio precioso donde vivir y desde luego me encantó desde el primer día. Pasear por sus calles es una maravilla, sobre todo por el centro. Tiene la variedad de ser una ciudad moderna repleta de turistas y tiendas, y a la vez transportarte a otra época cuando paseas por la “old town”, con el castillo, las calles y los callejones de piedras que lo rodean, junto con todas las historias que esconden.



Foto 1: Ángela Mora en Edimburgo, junio 2013

La zona antigua es la que más me gusta de Edimburgo, por el aspecto medieval que aún conserva. Como la Royal Mile o Milla Real, que es la calle que va desde el castillo hasta Holyrood Palace, la residencia oficial de la reina Isabel II; Victoria Street, una calle curvada llena de color por las fachadas de las tiendas; los numerosos callejones o “closes”, que son estrechas callejuelas muy singulares, que comunican calles entre sí; y también, cómo no, la zona de Grassmarket o Cowgate. Y es que la mayoría de estas calles son de piedra, en las que todavía puedes encontrar edificios construidos del mismo material y te hacen ver esta ciudad como me la describían antes de llegar aquí, una ciudad de cuento.

Aparte de los callejones que encuentras mientras caminas, Edimburgo cuenta con una ciudad subterránea que aún se puede visitar. Se trata de antiguos callejones del siglo XVII, que han sido congelados en el tiempo y que en su día fueron los principales lugares de comercio de la ciudad. Se tuvieron que tapiar debido a las obras para construir la City Chambers y ahora se hallan bajo las calles de Edimburgo.

Hay muchísimas leyendas de fantasmas y actividades paranormales en torno a estos lugares, al igual que en los cementerios del centro de la ciudad. Pero al hablar de cementerios, no puedes pensar en el estilo de los camposantos que tenemos en España, ni del único uso que hacemos allí de ellos. Aquí un cementerio es algo más que el simple lugar donde se entierran a las personas, puedo decir que es incluso un lugar bonito. No son bloques de cementos apilados, diría que es como la parte antigua del cementerio de Valverde. Son sitios verdes por donde puedes pasear e incluso te puedes encontrar gente en sus descansos del trabajo, comiendo sus almuerzos allí. Aunque esto es totalmente chocante para nosotros, no lo es para ellos. Un buen ejemplo es el cementerio de Greyfriars, un sitio turístico en pleno centro de la ciudad. A pesar de ser uno de los lugares con más fenómenos paranormales registrados en el mundo, puedes ver a gente sentada en el suelo comiéndose tranquilamente un sándwich y sin ningún reparo de estar en un cementerio. Yo tengo uno, justo en frente de mi casa. Cuando llegué por primera vez al Reino Unido me daba mucho respeto encontrar cementerios por medio de la ciudad, pero ya es algo a lo que estoy acostumbrada.



Foto 2: Ángela y David delante del castillo de Edimburgo, 7-12-2013

Mi barrio, el otro Edimburgo

Edimburgo es a mi parecer bastante seguro. Yo resido en Morningside, una zona muy buena y tranquila para vivir. Se encuentra al sur de la ciudad, a unos 10 minutos en coche del centro y con buenas conexiones de autobús, aunque suelo ir andando a todas partes, siempre y cuando el tiempo lo permita. Me parece muy curioso que, aun siendo la capital de Escocia, tenga lugares como mi barrio, lleno de pequeños comercios, como cafés, barberías, fruterías con toda la fruta en la calle, panaderías, queserías, etc. Parece algo tonto pero después de estar tres años fuera de tu pueblo, esas pequeñas cosas hacen que te sientas menos lejos de España.

Aconsejo visitar Edimburgo en agosto durante el festival Fringe, el festival de arte más grande del mundo. Es una locura cómo se transforma la ciudad, con las calles llenas de turistas y gente haciendo su propio espectáculo. Los hay de todo tipo, gratuitos y de pago, en la calle, en teatros, en bares, iglesias… Edimburgo vive su mejor etapa durante el festival y hay mil cosas que ver y hacer durante ese mes. Navidad también es una buena época para visitarlo, hace muchísimo frío pero vale la pena, simplemente para dar un paseo por el Christmas Market y ver el ambiente navideño que se respira.

Escoceses

Si vienes a Escocia con idea de encontrar al típico escocés, lo verás. En Edimburgo puedes ver a muchos llevando su Kilt, la falda escocesa tan famosa y conocida. No sólo los verás tocando la gaita en lugares turísticos, como símbolo nacional, sino que también es muy común verlos por la calle con su falda, bien para asistir a alguna boda o por algún acontecimiento importante. En vez de ir con traje de chaqueta en las bodas, la mayoría de los novios e invitados masculinos llevan sus Kilts con orgullo y de forma natural. He preguntado a un verdadero escocés si es cierto el mito de que no llevan nada debajo y por lo que me han contado es totalmente cierto. El bolso que llevan delante les ayuda a mantener el Kilt sujeto y así no hay problema de que la falda se pueda levantar.

No conozco personalmente a muchos escoceses, la mayoría de los que trato son padres o madres de los niños con los que trabajo o personal del afterschool, y he de decir que me tratan bastante bien. Nos suele pasar a todos los que estamos fuera de España, es más fácil relacionarte con gente de otros países o con españoles, que con gente del lugar donde vives.



Foto 3: Ángela Mora (derecha), su hermana María y su madre Josefi, en compañía de un viejo escocés. Lago Ness, 13-10-2013

Trabajo

Empecé como niñera y ya tengo trabajo como maestra de español. Está siendo lento llegar a mi meta, pero poco a poco voy consiguiendo mi sueño y trabajar en lo que me gusta. Trabajo seis días a la semana rodeada siempre de niños. Soy maestra de español en una asociación española de niños bilingües, también trabajo de babysitter durante la semana e incluso fines de semana, y ocasionalmente trabajo en un afterschool como playworker. Tenía decidido que si me cambiaba de ciudad cambiaría también de tipo de trabajo. No quería acomodarme en algo que no tuviera que ver con lo que a mí me gustaba, así que decidí que trabajaría siempre en algo que tuviera que ver con los niños y con la educación. Echo mucho de menos a mi familia, amigos y a mi tierra, y desde aquí aprovecho para decirles cuanto los quiero. Me encantaría volver a España y trabajar en un colegio como maestra de inglés, ese es mi sueño. Mientras tanto voy a disfrutar la experiencia de vivir en el extranjero y formarme todo lo que pueda, tanto personal como profesionalmente.