Este título, además de un buen gancho para atraer lectores al blog, es el título de uno los últimos artículos del polémico escritor Arturo Pérez Reverte. Con todo algunas reflexiones sobre la Educación me han parecido interesantes, y me he permitido rescatarlo del correo electrónico directamente al blog.
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¡No es eso, imbécil!
ResponderEliminarEn los dos últimos posts tocas sendos temas de especial enjundia: en el primero de ellos, el del papel de la Iglesia Católica (su jerarquía en Valverde, D. Jesús de Mora) en la Guerra Civil y en la posguerra; y en el segundo, el de la calidad de la educación pública en España (en la España democrática, se entiende, según la acotación temporal −“últimos veinte o treinta años”− que hace en la columna de su blog personal Pérez Reverte).
A) Sobre el primero poco se podría añadir que no esté escrito; quizá, sólo, ilustrar lo ya publicado con anécdotas personales. Cada cual puede tener las suyas. De lo escrito me atrevería a recomendar, por ir a las raíces, la obra de Santos Juliá "Historias de las dos Españas" (Taurus, 2004); y en cuanto a anécdotas personales quiero compartir contigo y con quienes nos lean dos que influyeron mucho en mi vida:
1. La primera cronológicamente es de cuando yo estudiaba Teología en la Pontificia de Salamanca (1958-1962). Tuve de profesor de Teología Moral (en ella se trata, en resumen,de lo que debe hacer el católico) a un afamado profesor cordimariano o claretiano, el P. Peinado. En una clase planteó la cuestión de la guerra justa, es decir de si existe la eventualidad de una guerra justa y en qué circunstancias. En tal contexto comentó a modo de ejemplo que, cuando las tropas “nacionales” del comandante Castejón avanzaban desde Badajoz hacia Toledo-Madrid, los frailes claretianos, que tenían su colegio en Zafra (http://ab.dip-caceres.org/alcantara/alcantara_online/61-62/061-011.pdf), plantearon a los mandos si era necesario matar a tánta gente; y algún mando (no recuerdo si el propio Castejón) les explicó que, después del esfuerzo incluso en bajas que había supuesto la conquista, no podían ir dejando atrás posibles enemigos agazapados. Parece que aquellas razones tranquilizaron las delicadas conciencias del padre Peinado y de sus compañeros de religión .
2. La segunda se refiere a Valverde y concretamente a D. Jesús de Mora. Traté a D. Jesús desde mi niñez, y para mí era como un gran patriarca o, si se quiere, como un dios. Cuando estaba yo a punto de acabar la carrera de Teología (en torno al año 62), al salir un día de la iglesia vino a hablar conmigo una mujer que la frecuentaba. Y me contó que a su padre, “republicano”, lo tenían prisionero los “nacionales” y lo iban a matar. A ella no se le ocurrió otra cosa que acudir a D. Jesús. Éste, con muy buenas palabras, la consoló diciéndole que se acordara de la parábola del trigo y la cizaña del evangelio: para que el trigo fructifique hace falta arrancar la mala hierba. En aquella mujer ésta era una vivencia que le hacía muy cuesta arriba creer.
En mi opinión la jerarquía de la Iglesia Católica en Valverde no se desvió ni un ápice de la que fue la postura oficial de la misma en España: la rebelión de Franco contra la República era una cruzada en la que incluso podían considerarse benditos los huecos producidos por los cañones si por ellos entraba el crucifijo. No me resisto a hacer pública excepción, en este contexto, de al menos dos sacerdotes valverdeños de aquella época a los que traté muy de cerca, que en la medida en que pudieron hicieron expresa revisión de sus posturas anteriores: D. José Romero Contioso y D. José Arrayás.
B) En el segundo post tuyo que comento nos haces partícipes del suelto que con el título “Permitidme tutearos, imbéciles” el académico Pérez Reverte publica en la columna “Patente de corso” de su web personal del pasado 23 de diciembre . En buena medida, aunque de modo más burdo, reproduce la argumentación desarrollada por el también académico Muñoz Molina en un artículo que con el título “El libro ilimitado” apareció en El País del día 15 del mismo mes.
A raíz del informe PISA ambos autores lamentan el desastre de la educación pública española, muy especialmente en lo que se refiere al desarrollo de la comprensión lectora de los alumnos. En plan bastante chulesco Pérez Reverte adelanta su propósito de “mentar a la madre [es decir, llamar hijos de puta] de cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años”. Y no se recata en dar nombres. Tanto él como mi admirado Muñoz Molina añoran lo que hizo la escuela en otro tiempo en pro de la afición lectora de ellos mismos o de la España de su época. Pero, sobre todo, se trata en ambos artículos de buscar culpables de la miseria educativa que arrasa España desde “hace veinte o treinta años”, y se mofan de que responsables políticos de hoy aludan, como parte de la explicación del fenómeno, “al atraso histórico” (Consejera de la Junta de Andalucía) o a que “hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo” (Zapatero). Menos mal que ninguno de los dos pueden quejarse de vivir bien hoy gracias a que su obra literaria encuentra un número muy abultado de lectores, aunque sólo Muñoz Molina reconoce, paradójicamente, este hecho y además relata que sus reflexiones le vienen sugeridas por la contemplación de un joven que va leyendo ¡en el Metro nada menos que a Celine!. Pérez Reverte termina su grosera argumentación concluyendo que, según los hijos de puta aludidos, en todas las generaciones antiguas fueron Ortega, Unamuno, Cajal, etc. y en el franquismo Juan Marsé, Muñoz Molina o Luís Mateo Díez, entre otros, los representantes de los bajos rendimientos educativos a que se refirió Zapatero. ¡No es eso, imbécil!
Unos cuantos datos de mi experiencia personal: en mi edad de estudiante, en la provincia de Huelva, sólo podías acceder a estudiar el Bachillerato (y, por tanto, luego a la universidad) si tu familia tenía dinero para un internado o un colegio de pago, si vivías en Huelva y podías ir al único Instituto de la provincia o si te ibas a un seminario, y en muy escasa medida si te daban una beca. En cuanto a primaria, baste pensar que para todo Valverde sólo había el Grupo Escolar, las Salesianas y las Hermanas de la Cruz (más unos pocos centros de enseñanza diminutos debidos a iniciativa privada); y, en cuanto a secundaria, sólo podía contarse con los esfuerzos, verdaderamente heroicos e incipientes, de la Academia y, teóricamente para el seminario, la Preceptoría. Pero no me hace falta irme tan lejos: llegué a Castilla-La Mancha en el año 1987 (enero); en el tiempo que media entre esa fecha y el momento en que dejé la Delegación del Gobierno en esta región (junio de 1996) se construyeron aquí algo más 100 Institutos de Enseñanza Media y, por no dar más detalles, se creó y desarrolló la Universidad, que actualmente cuenta con campus en las cinco provincias y en torno a 25.000 alumnos. Y mi nieta (con tres años)con la enseñanza recibida en el primer trimestre en el colegio público al que asiste en Toledo me sabe decir en inglés los colores básicos y contar hasta 10 .
Pero, por no hablar sólo de experiencias personales: el INE sacó un estudio-informe sobre la evolución de la educación y el analfabetismo en España con motivo del XXV aniversario de la Constitución (se puede consultar en: http://comunidad-escolar.pntic.mec.es/734/info5.html). Pues bien, en estos 25 años la población analfabeta en España (ella, sí, incapaz de leer siquiera los títulos de los libros de los hoy tan vendidos Pérez Reverte y Muñoz Molina) pasó de 2.353.600 personas analfabetas en el año 1978 a 1.043.100 analfabetos en el año 2002, es decir que descendió en un 55’7%.
Si alguien no se creyera los datos que aparecen en dicho informe, que acuda a una estancia vacacional o de balneario de las que organiza el IMSERSO (yo lo he hecho ya por dos veces), y podrá ver todavía a mayores que se te acercan a pedirte que les leas el menú.
Probablemente en el fondo de las posturas de Muñoz Molina y Pérez Reverte, aparte de un deseo de lo mejor para su país, opere el mismo mecanismo de exclusividad que actúa en cualquiera de nosotros cuando comentamos que "antes sí que estaban bien nuestras playas: solitas y limpias". Ahora -es lo que pienso siempre que bajo a Huelva- están todas llenas de gente y más sucias que cuando llegábamos en la furgoneta, por carriles, no más de quince o veinte personas al quiosco de Aguas del Pino o a las cabañas de Matalascañas. Y siempre tengo que repetirme lo mismo: "¡No seas imbécil! Es que ahora la playa es de muchos, de todos".
Iglesia y Guerra Civil: cuando el río suena... El comportamiento de D Jesús y la Iglesia Católica en la Guerra y Posguerra de Valverde del Camino debe ser sometido a estudio y tras ello obrar en consecuencia.
ResponderEliminarEducación: es un comentario cada vez más generalizado la pérdida de calidad de la enseñanza, la pérdida de respeto al profesorado, poca motivación del alumnado, etc. ¿Qué opina de ello la comunidad educativa de Valverde?
Un fuerte abrazo Daniel
La verdad es que desde la distancia si veo una falta de respeto (que no miedo) al profesorado, pero no menos que a los propios progenitores. ¿Cuándo se ha producido el paso de confianza a falta de respeto? No lo sé, pero si creo que en ello radica algunos de los problemas de educación, sin embargo creo que se contribuye a que los alumnos sean un poco analfabetos con el sistema educativo que ha habido y en parte con el que hay. Una cuestión más, al estar integrados en Europa (además de tener que bajar la producción de leche y ahora pagar consecuencias) estamos adaptándonos a la educación europea, la integración de los módulos formativos semjantes al los antiguos peritajes es un ejemplo de ello.
ResponderEliminarUn saludo.
No leo las opiniones personales de Reverte porque me parece un prepotente y no lo soporto. Mea culpa.
ResponderEliminarSus libros son otra cosa...
Hola Zapat, reconozco que uno de mis principales defectos es que me atraen los que hablan sin pelos en la lengua. Será porque nos tienen hartos de tanta doble moral y de lo politicamente correcto.
ResponderEliminarSergio, creo recordar que el informe PISA reconoce que el finlandés es el mejor sistema europeo de educación. En España caemos en el error de intentar adaptar sistemas europeos. Pero también habrá que adaptarse a nuestras características ¿no? De todas formas, y en eso estarás conmigo, Europa nos ha aportado más que perjudicado, así que lo de la leche "pecata minuta"
Salu2
Estoy de acuerdo con que Europa nos aportado mucho, supongo que más que lo que nos ha quitado, pero no soy muy europeista que digamos, por muy a favor que esté de la libre circulación o de la unión para tener más fuerza. Pienso que en cuanto al civismo deberiamos aprender mucho (y más) de otros paises europeos aunque algunos de los que no están también tienen mucho que enseñarnos, pero no se si tanto de los métodos de enseñanza.
ResponderEliminarContinuo el comentario anterior:
ResponderEliminarlos métodos educativos de otros paises Europeos los desconozco, pero lo que conozco del nuestro que dicen asemejarse a los europeos no me parece la panacea para nuestros problemas educativos.
bye^2
Pues a mi me parece que Pérez Reverte tiene bastante razón. Tiene razón en que la educación es un desastre objetivamente hablando, desprestigio del proceso y de sus trabajadores. Mala gestión generalizada de los recursos, de forma lacerante en Andalucía, donde hace unos años no se invertía ni siquiera el total de la aportación por alumno asignado por la administración central.
ResponderEliminarTiene también razón en que hay unos culpables concretos, los pedagogos y los políticos de la LOGSE y lo políticamente correcto. Claro que ahora hay más escuelas y están más dotadas, podía faltar, pero tenemos con muchos más medios, un sistema nefasto generador de nuevo analfabetismo. Además el tema está endemoniado de tal manera que la LOCE del último gobierno del PP ni siquiera se llegó a intentar gracias a la deslealtad institucional de Zapatero y sus chicos.
Sobre lo demás, tiene su propio foro, demasiado fácil el juicio.
Es facil hecharle la culpa de todo a zapatero. ¿ No hay ningún legado de la administración anterior que significara un lastre? Que poca memoria teneis ahora la gente de derechas (y eso de derechas lo digo sin insultar, es solo un adjetivo, sin maldad, por catalogar).A más de 4 años no recordais nada!
ResponderEliminarDe todas formas es normal que os pongais así antes de las elecciones. Es una estrategia de desgaste y de ensuciar la gestión de la izquierda como otra cualquiera.Por lo que veo, el 90% de los temas de este blog lo intenta.
Parece que a la hora de mandar, o se hace a vuestra manera o el que lo hace es un inutil.
El sistema educativo tiene muchas lagunas, las tiene ahora y las tuvo antes.
El problema, al menos uno gordo, viene en el nuevo concepto de educación EN LA FAMILIA. Ahora parece que la familia aporta menos valores, principios, moralidad y respeto que antes. Parece mas despreocupada (no se si porque no puede o no quiere, la verdad). Si un padre no se implica en la educación de su hijo, mal irá la cosa por muy bueno que sea el sistema educativo, ya lo haga ZP o el que se cayó del helicoptero, que mas da.
Hablad con algunos de mis compañeros para ver cuantos padres vienen a las reuniones con el tutor.
Un profesor no puede trabajar si se siente desautorizado cada dia por los padres de sus alumnos, alumnos que cada vez más le van perdiendo el respeto (vease youtube)...y la bola de nieve se hace cada vez mas grande.
En esto coincido con el comentarista sergio.
Un saludo.
Sergio, yo si me considero europeista, más que nada por razones prácticas. El grifo de Europa ha impulsado el desarrollo de nuestro país en los últimos años.
ResponderEliminarRafael, repasando tus lineas mi opinión es que la educación en España debe abordarse al márgen de la política. Es decir yo plantearía un pacto global entre los dos partidos principales.
Anónimo, la primera parte del comentario son típicas coletillas que pueden utilizarse en cualquier período electoral y para cualquier tendencia política. (cambiando derecha por izquierda y Zapatero por Rajoy) Si quieres que me defina políticamente decirte que me considero progresista. En el segundo párrafo coincido contigo y con Sergio.
Un saludo a todos.