La Patrona en su trono

Sobre "silla zapatera"

En la noche de ayer tuvo lugar el traslado de la imagen de la Virgen del Reposo, de su camarín en el altar mayor de la Iglesia Parroquial a su paso procesional, por los miembros de la Hermandad

Es Valverde (es noticia).- La Virgen es una talla del insigne escultor Sebastián Santos Rojas y data del año 1940, año en la que la talla fue trasladada a Valverde. (leer más)

Fotos Javier Romero Leman

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La Virgen del Reposo regresó en procesión desde Los Pinos de Valverde, tras la Guerra Civil, el 8 de septiembre de 1940

Tras el incendio que sufre la parroquia de Valverde en el año 1936, hubo que reponer todo el mobiliario, enseres y por supuesto todas las imágenes que se encontraban en el interior de la iglesia. En este sentido destacaron las familias más pudientes, encargadas de donar imágenes, retablos, etc. Llegado el momento de traer una nueva imagen de la Virgen del Reposo, muchos particulares se ofrecieron a cubrir los gastos. Sin embargo el párroco, con buen criterio, estimó oportuno que fueran pequeños donativos, aportados por la mayor cantidad posible de valverdeños, los encargados de sufragar los gastos de la nueva imagen de la patrona. En total la nueva imagen costó 8.000 pesetas (48 euros)



Su autor fue el gran imaginero de Higuera de la Sierra Sebastian Santos Rojas, que curiosamente conocía perfectamente la antigua imagen de la patrona, ya que se casó en nuestra parroquia con la valverdeña Francisca Calero. El imaginero onubense afincado en Sevilla terminó el encargo en el verano de 1940.

En la mañana del 13 de agosto de ese año, la imagen de la Reposilla tapada por una sábana, fue traslada al Palacio Episcopal de Sevilla en un carro tirado por un burro. En el traslado estuvo acompañada por muchos valverdeños, entre los que se encontraba el alcalde Manuel Medina, el párroco de Valverde don Jesús de Mora, el sacerdote valverdeño y párroco Santa Ana de Triana don José Arroyo, el Hermano Mayor de la Hermandad José María Mantero y el médico Andrés Dorronsoro entre otros valverdeños. La comitiva fue recibida por el cardenal Segura (tiene una calle en Valverde en la zona del Rollo), que fue el encargado de bendecir la imagen. Posteriormente la Virgen fue transportada por el mismo carro y burro, pero ya destapada, hasta el convento sevillano de San Leandro (ver fotografía). Allí fue custodiada por varias monjas valverdeñas, hasta que a principios de septiembre fue trasladada a Valverde.

Entre los días 7 y 15 de septiembre de 1940 las calles de Valverde se engalanaron para la llegada de la Virgen y se celebraron multitud de actos. Pero la Virgen no llegó directamente al pueblo. El 8 de septiembre, en una primera parada, fue trasladada a Los Cuartos, en Los Pinos, donde se construyó un improvisado altar a base de palmeras, ramas de eucaliptos y flores de papel. Ello puede observarse en la fotografía adjunta. Este hecho dio lugar a que en la fachada de la capilla existente en Los Cuartos se colocara un mosaico con las siguientes palabras:

La Patrona de Valverde
hizo un alto en el camino
en este lugar hermoso
que deja de llamarse Los Pinos
para llamarse Reposo.

Obviamente la iniciativa del mosaico no cuajó, pero dejó constancia de la jornada festiva del 8 de septiembre. En esta jornada, la imagen se trajo en procesión a lo largo de 6 km que cubría todo el trayecto entre Los Pinos y Valverde. La procesión se inició a las cinco de la tarde y durante la misma, miles de valverdeños celebraron la traída de su patrona cantando por sevillanas.

A la entrada del pueblo, la procesión se había convertido en una masa de miles de valverdeños alrededor de la patrona, que la acompañaron masivamente en su entrada a Valverde por las calles Sevilla, Cervantes, Real de Abajo hasta la Parroquia. Todas las calles estaban engalanadas con grandes arcos, colgaduras en balcones y tiras de flores de papel.

Tras la llegada de la Virgen del Reposo se celebraron actos civiles y religiosos durante 7 días, para los cuales vinieron los sacerdotes valverdeños repartidos por la geografía española, así como todos los soldados valverdeños movilizados fuera de nuestro pueblo. El día 12 se celebró una gran misa correspondiente con la festividad del Dulce Nombre de María y los estos actos se cerraron el día 15 con la procesión de la patrona por las calles de Valverde.

Cuantos vivieron estos días han destacado que fue algo inolvidable en el que se desató el fervor popular, la emoción y los sentimientos. Ello tuvo lugar tras negros años en los que muchos valverdeños sufrieron las duras consecuencias de una guerra civil. Que acontecimientos como éste de la traída de la Patrona sirvan siempre para que nos hermanemos todos alrededor de un único concepto: Valverde del Camino. ¡VIVA LA VIRGEN DEL REPOSO! (Artículo publicado en la revista Facanías en Septiembre de 2008 por Manuel Cayuela Mora. La fotografía pertenece al archivo de Manuel Batanero)

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