Isabel Calero Rivera nos narra su experiencia vital y profesional en Inglaterra
Venir a Londres supuso para mí un giro de 360 grados, pues salir de un pueblo de trece mil habitantes para ir a una las ciudades más pobladas del mundo, no resultó fácilEs Valverde (es noticia).-
Por Jesús Copeiro
Nació en Valverde el 1 de mayo de 1988, hija de Luis Miguel Calero Oso, más de treinta años en calzados Cejudo y de Isabel María Rivera Doblado, operaria en el IES La Palma (La Palma del Condado). Tras finalizar mis estudios de Relaciones Laborales en la Universidad de Huelva -dice Isabel Calero- me concedieron la beca Erasmus y escogí Londres como destino. La decisión fue por la curiosidad de conocer esa ciudad. Desarrollé mis prácticas en una guardería. Estuve allí tres meses e intenté sacar el máximo provecho, no como graduada social, pero sí como maestra. Descubrí que tenía más paciencia de la que pensaba y que no se me daba mal la enseñanza. Y gracias a la guardería, conocí a la familia con la que hoy día estoy de au pair. La beca acabó en junio y el 16 de octubre de 2012 regresé a Londres.
Londres
Vivo en el barrio de Enfield Town, al norte de Londres. Estoy lejos del centro pero, gracias a una estación de tren que hay al lado de casa, tardo treinta minutos en llegar a la estación de Seven Sisters y de allí en metro hasta Rusell Square, donde trabajo. La familia con la que vivo es encantadora. Cuido a dos niñas y aunque en un principio la idea de tener una chica pendiente de ellas no les hacía gracia, poco a poco fui ganándome su confianza y cariño, y a día de hoy he de decir que me considero parte de la familia. Para ellas soy su hermana mayor y para la mamá otra hija más.
Desde que llegue aquí, hace ya año y medio, trabajo en una cafetería en Rusell Square, cerca del British Museum, en pleno centro de Londres, por lo que está siempre llena de turistas. Y la verdad, no me puedo quejar, porque he sintonizado muy bien con mis compañeros y de ahí me llevo gente maravillosa. Lo primero que noté en el Reino Unido es que te valoran más por tu experiencia laboral que por tus títulos académicos, mientras que en España las entrevistas laborales consisten en un intercambio de preguntas y respuestas. Aquí se hace lo que llaman “training” y no es otra cosa que desempeñar el trabajo que solicitas, incluso el mismo día en que dejas el curriculum, para valorar si estás cualificado o no para el puesto. Lo cual veo mucho mejor. Mi trabajo lo compagino con el de au pair en la familia.
Venir a Londres supuso para mí un giro de 360 grados, pues salir de un pueblo de trece mil habitantes para ir a una las ciudades más pobladas del mundo, no resultó fácil. Al principio me molestaba el ir por la calle esquivando a miles de personas casi corriendo, o hacer colas para todo, pero terminas por acostumbrarte. Y es que en Londres el tiempo pasa mucho más deprisa, se necesita mucho tiempo para todo. Si llegas al trabajo en una hora, se puede decir que eres afortunado. Otra de las cosas que me sorprendía era el ver a la gente ir al trabajo con mochilas o grandes bolsas y me preguntaba por qué iban siempre tan cargados. En pocos días obtuve la respuesta, porque yo también empecé a ponerlo en práctica. Y es que aquí se sabe la hora en que marchas de casa pero no la hora en que regresas, por lo que sales ya con los libros para luego ir a la academia o con el chándal si luego vas al gimnasio, en fin con todo lo que necesitas para ese día.
Lo que más echo de menos desde el primer instante en que llegué es, además de la familia, el sol y la comida. Este país se caracteriza, entre otras cosas, por la poca calidad de su comida. No es de extrañar que sea el país europeo peor alimentado y con mayor sobrepeso. Hay comida rápida por todos lados, es difícil encontrar algo típico inglés que no sea fish and chips. Pero al mismo tiempo, te permite conocer comida de todo el mundo: china, tailandesa, brasileña, africana, tibetana, vietnamita y bueno, italianos hay por doquier. Y por último el tiempo, ¿qué podemos decir que no sea lluvia, lluvia y más lluvia?
La lluvia y el frío acompañan a Gran Bretaña todo el año, el color habitual del cielo es gris. Es evidente que el clima ha influido claramente en el carácter inglés. Y terminas acostumbrándote, tanto es así, que son muy pocos los que usan paraguas por la calle. La gente está tan hecha a la lluvia (llueve un día sí y otro también), que ni se molestan en ir cargados con paraguas. ¡Un buen abrigo con gorro y a la calle!
Mis lugares favoritos
Bueno, a parte de esto, si algo caracteriza a Londres es por lo caro que resulta vivir aquí. Pero a modo de visitar la ciudad, Londres tiene mil y una cosa que ver, además, casi todos los museos son gratis y simplemente paseando, por cualquier parte de la ciudad, puedes ver sitios increíbles. Mi monumento predilecto es el Tower Bridge y por añadir algo más y quizás no tan conocido, el parque de Hampstead y cómo no, el barrio de Greenwich, un lugar desde donde puedes ver casi todo Londres.
Hampstead es un parque gigante ubicado en el norte de Londres. Bueno, más que un parque en realidad es un bosque y nunca alcanzas a ver el final. Cuenta con un zoológico, pista de atletismo, instalaciones infantiles, piscina exterior. Pero si por algo destaca es por las vistas que nos ofrece de la ciudad, y por una sensación de paz y tranquilidad. Vengo aquí cuando quiero desconectar o darme un baño en verano. Mientras que Hyde Park, es el parque urbano de Londres, siempre lleno de gente, Hampstead Heath es el parque rural de la ciudad y al situarse alejado del centro está menos concurrido. Siempre se pueden ver partidos de fútbol o cricket.
Para salir de fiesta mi lugar favorito es el llamado “Triángulo de Shoreditch” en el Este de Londres, que es el equivalente al Triángulo de las Bermudas del ambiente y de la marcha, pues una vez allí no puedes escapar y quedas atrapado por los pubs, galerías de arte, locales nocturnos y los mejores DJS en los lugares más originales. Si te gusta la noche más que el día, Shoreditch es genial.
Los ingleses
Y de los ingleses podemos decir que se identifican por tres cosas: La puntualidad, el humor y la educación. La puntualidad inglesa es famosa porque es real, a un inglés le molesta mucho que llegues tarde porque para ellos es una falta de respeto. La expresión “humor inglés” es muy conocida y basada en la realidad, les gusta el humor inteligente, basado en el diálogo ingenioso y en la ironía. Y son muy educados, son conocidos por decir “sorry” mil veces al día y terminar las frases con “please”. Pero para mi gusto, se exceden.
Final
Para terminar y como reflexión personal, mirando atrás estos casi dos años, diré que esta experiencia me ha aportado madurez y flexibilidad para adaptarme mejor a los cambios, ya que me ha obligado a enfrentarme a problemas que en mi ciudad y en mi casa, no hubiera tenido. Todas estas situaciones que parecen sencillas de realizar, cobran una nueva dimensión cuando se hacen bajo un lenguaje que no es el tuyo y bajo un contexto cultural diferente.
Durante mi estancia he conocido a muchos españoles, pero he de decir que acaban volviendo todos. Londres es una ciudad de paso, no es para quedarse a vivir. Tienes que tener una buena razón que te ate para quedarte en esta ciudad, por eso no descarto volverme pronto. Me despido mandando muchos besos a mi familia y amigos, y dándole gracias por estar siempre ahí.
un giro de 360 grados es volver exactamente al punto inicial es decir no moverse en absoluto de dicha "situacion" mas bien un giro de 180 grados que es el punto opuesto al punto inicial.(perdon por la aclaracion pero es asi) gracias
ResponderEliminarTio en que complutense estas.
EliminarEres muy culto, pero la clase en la que se dieron los signos de puntuación te la saltaste a la piola. Sólo vemos la paja en el ojo ajeno.
EliminarLa foto es una postal,la chica es guapisima.
ResponderEliminarHay que ver las mujeres que da valverde.