De Castefa a Valverde
"Y las puertas de Valverde me abrieron las ventanas del mundo"
Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Suecia, Noruega, Rusia, Italia, Grecia, Estados Unidos, Portugal, Panamá, Costa Rica, Colombia, México, Nicaragua, Honduras, Venezuela, Inglaterra, Irlanda, Turquía, Israel, Egipto, Las Antillas Francesas y Holandesas, Islas Cayman y algunos otros lugares más que vagamente recuerdo…
Todavía por aquellos entonces y corría el año 1996, no sabía muy bien todo lo que hoy me esperaba…
Dejaba mi barrio, Vistalegre, en un pueblo de Barcelona llamado Castelldefels, todavía por crecer, aunque ya las olimpiadas le echaron una mano y ayudaron a que ya no solo fuera una simple población de costa con bonitas playas y visitas de fin de semana y veraneo.
Mis mejores amigos estaban allí aquel día… Jonathan, Raúl, Jesús, Miguel Angel, les decía adiós mientras subía a aquella furgoneta que llevaba nuestra mudanza a un nuevo lugar en Andalucía, un lugar llamado, Valverde del Camino.
Era jóven aún para saber si era bueno o malo el cambio de residencia pero siendo Andalucía la tierra de mis padres, no podía privarlos de mudarnos y que por fin, volvieran a casa. Los cambios para los más jóvenes, siempre son más fáciles, tenía 16 años y comenzaba una nueva vida para mí.
Mis conocimientos sobre el nuevo lugar al que me mudaba no iban más allá de visitas esporádicas a sus piscinas en verano y de pasada por su carretera principal para dirigirnos a la casa de nuestra abuela Amalia en El Cerro de Andévalo, el pueblo de mi madre.
Me atraía el cambio, las vacaciones en el Cerro eran las mejores, unas vacaciones de tres meses con buen clima, buenos amigos y buenas historias que contar al regreso a Barcelona. Yo relacionaba los buenos momentos pasados con posibles momentos futuros en vecinas poblaciones… no podía ser mucho más diferente, comenzaba a vivir en la renombrada población de Valverde y así fue, en agosto del 96.
Mi madre compró por fin la casa que tanto había deseado toda su vida, con jardín y chimenea, nos instalábamos en la barriada de Las Cumbres, cerca del pabellón de deportes donde mi vida comenzaría a cambiar, el destino se vestía de deporte y fue aquella tarde de finales de agosto cuando me acerqué al Pabellón Municipal de Deportes, recuerdo que me asombró ver aquel parquet reluciente y sus instalaciones tan modernas y todos aquellos chicos jugando a diferentes deportes, pero mi atención iba únicamente dirigida a un único punto, el Balonmano.
Conocí a Juan Antonio Camacho, el entrenador del equipo de Valverde del Camino. Una nueva etapa comenzaba y de su mano conocí a todos mis amigos de hoy, los cuales han perdurado en el tiempo como aquel día de hoy hace ya 15 años.
Todos los chicos que conocí eran amigos de otros que también estaban allí y jugaban a diferentes deportes, al final del entrenamiento ya había sido invitado a dar una vuelta al “Parque”, aun no sabía que era, pero allí estaría para conocer a más gente y preguntar tantas cosas que quería saber. Me sentía muy bienvenido. Me sentía en casa.
Rome, Canijo, Largo, Javi, Juano, Longui, Jose Luís, Pablo, Cayu, Omar, Toni, Chino, Ramirez, Pare, Jose Antonio, Juanfra, Jorge, Adrian y otros tantos nombres más a los que ayer les ponía diferentes caras, son hoy amigos para todo, con los que se puede contar igual que ellos pueden hacerlo conmigo. La lista seguía puesto el grupo era grande y las interrelaciones aumentaban con el tiempo.
Todas mis previsiones habían sido acertadas, todo iba bien. Vivía en un sitio nuevo que me gustaba y tenía un montón de nuevos amigos… Adiós Barcelona, Hola Valverde. (Continuará) (volver a página principal)
Todavía por aquellos entonces y corría el año 1996, no sabía muy bien todo lo que hoy me esperaba…
Dejaba mi barrio, Vistalegre, en un pueblo de Barcelona llamado Castelldefels, todavía por crecer, aunque ya las olimpiadas le echaron una mano y ayudaron a que ya no solo fuera una simple población de costa con bonitas playas y visitas de fin de semana y veraneo.
Mis mejores amigos estaban allí aquel día… Jonathan, Raúl, Jesús, Miguel Angel, les decía adiós mientras subía a aquella furgoneta que llevaba nuestra mudanza a un nuevo lugar en Andalucía, un lugar llamado, Valverde del Camino.
Era jóven aún para saber si era bueno o malo el cambio de residencia pero siendo Andalucía la tierra de mis padres, no podía privarlos de mudarnos y que por fin, volvieran a casa. Los cambios para los más jóvenes, siempre son más fáciles, tenía 16 años y comenzaba una nueva vida para mí.
Mis conocimientos sobre el nuevo lugar al que me mudaba no iban más allá de visitas esporádicas a sus piscinas en verano y de pasada por su carretera principal para dirigirnos a la casa de nuestra abuela Amalia en El Cerro de Andévalo, el pueblo de mi madre.
Me atraía el cambio, las vacaciones en el Cerro eran las mejores, unas vacaciones de tres meses con buen clima, buenos amigos y buenas historias que contar al regreso a Barcelona. Yo relacionaba los buenos momentos pasados con posibles momentos futuros en vecinas poblaciones… no podía ser mucho más diferente, comenzaba a vivir en la renombrada población de Valverde y así fue, en agosto del 96.
Mi madre compró por fin la casa que tanto había deseado toda su vida, con jardín y chimenea, nos instalábamos en la barriada de Las Cumbres, cerca del pabellón de deportes donde mi vida comenzaría a cambiar, el destino se vestía de deporte y fue aquella tarde de finales de agosto cuando me acerqué al Pabellón Municipal de Deportes, recuerdo que me asombró ver aquel parquet reluciente y sus instalaciones tan modernas y todos aquellos chicos jugando a diferentes deportes, pero mi atención iba únicamente dirigida a un único punto, el Balonmano.
Conocí a Juan Antonio Camacho, el entrenador del equipo de Valverde del Camino. Una nueva etapa comenzaba y de su mano conocí a todos mis amigos de hoy, los cuales han perdurado en el tiempo como aquel día de hoy hace ya 15 años.
Todos los chicos que conocí eran amigos de otros que también estaban allí y jugaban a diferentes deportes, al final del entrenamiento ya había sido invitado a dar una vuelta al “Parque”, aun no sabía que era, pero allí estaría para conocer a más gente y preguntar tantas cosas que quería saber. Me sentía muy bienvenido. Me sentía en casa.
Rome, Canijo, Largo, Javi, Juano, Longui, Jose Luís, Pablo, Cayu, Omar, Toni, Chino, Ramirez, Pare, Jose Antonio, Juanfra, Jorge, Adrian y otros tantos nombres más a los que ayer les ponía diferentes caras, son hoy amigos para todo, con los que se puede contar igual que ellos pueden hacerlo conmigo. La lista seguía puesto el grupo era grande y las interrelaciones aumentaban con el tiempo.
Todas mis previsiones habían sido acertadas, todo iba bien. Vivía en un sitio nuevo que me gustaba y tenía un montón de nuevos amigos… Adiós Barcelona, Hola Valverde. (Continuará) (volver a página principal)
Hola Fran,
ResponderEliminarme ha alegrado volver a saber de tí. Un besazo enorme.
Hola Fran, tuve un sueño con Irlanda, Israel y Egipto, y con la palabra saab salem, hace unos años trate de estudiar en Anda Lucía biotecnología y buscando desde mi oficina en el trabajo el significado de dicho sueño, me llevaron a esta página, si tiene alguna relación no lo se, solo quería dejar el comentario. Saludos. RaquelV
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