Estos días me acuerdo de la Casa de la Cultura de Estocolmo, cuando los dos quincenales valverdeños anuncian, con titulares similares, la finalización de las obras de la nueva Casa de la Cultura de Valverde. Y ahora yo les espeto a ustedes: ¿el sitio más idóneo para la ubicación de la nueva Casa de la Cultura es las afueras del pueblo? Ya existe el precedente de la Casa de Dirección, que tras su restauración y adaptación no ha sido precisamente un hervidero de visitantes.
Creo que para hacer atrayente un producto hay que saber ofrecerlo bien, y de eso nuestros gobernantes saben bastante. La Cultura con mayúsculas hay que acercarla al pueblo y hacerla atrayente. Se la hace un flaco favor a la Cultura de Valverde si se aísla en un recinto en las afueras, por el que potencialmente pasarán un reducido grupo de intelectuales e investigadores.
Valverde ya tenía su Casa de la Cultura (ahora la antigua), que fue inaugurada el 22 enero de 1982 por Rafael Escuredo, Presidente de la Junta de Andalucía, siendo alcalde Américo Santos y concejal de Cultura Manuel Eugenio Romero. En pocos años el edificio se ha quedado obsoleto; frío en invierno, calor en verano, falta de espacio, malos accesos para discapacitados, etc. Por ello se realizaron estudios y proyectos para su ampliación y reforma. En uno de los primeros plenos del “pacto de progreso” se aprobó la ejecución de las obras de remodelación de la Casa de la Cultura, de tal forma que se pretendían ejecutar las mencionadas reformas.
Pero no se pierdan detalle de la jugada del trilero del PSOE. Resulta que en los cuatro años de gobierno conjunto la pregonada reforma de la Casa de la Cultura no se ha realizado. Sin embargo al Equipo de Gobierno antes de las elecciones se le llenó la boca diciendo que el 99 % del programa estaba ejecutado. ¿Qué ha pasado entonces con la Casa de la Cultura? La versión oficial la leemos en el balance que el propio PSOE realiza sobre la gestión de los últimos cuatro años de gobierno en las pasadas elecciones municipales donde dice: “Nueva Casa de la Cultura 600.000 € (Junta de Andalucía)” Esta jugada se confirma esta semana cuando los periódicos publican que lo que en principio era Centro de Interpretación de la Cultura Inglesa ahora es Nueva Casa de la Cultura.
La jugada trilerística pasa por justificar la falta de inversiones en la antigua Casa de la Cultura, con la construcción de un nuevo edificio con fondos de la Junta de Andalucía que desde su concepción tenía otros objetivos y otra finalidad. Mientras que la Casa de la Cultura “nueva y oficial” se aleja de los valverdeños, la verdadera Casa de la Cultura tendrá que seguir esperando su turno.
P.D.: La fotografía pertenece al acto de inauguración de la Casa de la Cultura de Valverde el 22 enero de 1982 (Archivo Antonio Rico) Agradecería si alguien pudiera completar la lista de personajes que aparecen en la fotografía.
Gracias por lo de “buen anfitrión valverdeño”. Estuve encantado de tener a grandes amigos en mi casa por aquellas latitudes. Espero que en el futuro puedas escaparte también para visitarme en Toronto. Ya sabes que siempre eres bienvenido.
ResponderEliminarEs cierto que Kulturhuset es un gran centro de la cultura en Estocolmo. El centro es una combinación formidable de teatro, sala de TV con canales internacionales, biblioteca, sala de exposiciones, salas de juegos para niños pequeños y para mayores, restaurantes, y hasta un bar de tapas que se llama “Barcelona”!. Esta combinación hace que cualquier persona pueda encontrar allí un sitio para sus gustos personales y preferencias. Además, como para la sociedad sueca la cultura es primordial, el edificio está en el mejor sitio posible: el centro.
Sería muy bueno para los valverdeños que la Casa de la Cultura hubiera sido ubicada más céntrica como bien dices, para hacer la cultura más accesible a todos y para darle la importancia que se merece.
Los entrañables recuerdos de la Casa de la Cultura que poseo, como mucho de los jóvenes de mi generación, se remontan a la etapa de E.G.B cuando “Don Juan Luis” o “Doña Anita” nos mandaban realizar un trabajo en grupo para el cual era necesario consultar varias enciclopedias y libros especializados. Entonces, los miembros del grupo nos reuníamos a las 4 en punto en la puerta de la Casa de la Cultura. Nada mas entrar, la bibliotecaria (que recuerdo como una persona muy seria e inflexible) ya nos miraba por encima de sus gafas con la cabeza agachada y nos advertía con un enorme ”pssssssssssiiiiiiiii” “silencio”, que sentaba los precedentes para el desarrollo de nuestras relaciones durante toda la tarde. Después de soltar las maletas y ubicarnos, solíamos ir a ver los dinosaurios de las mamparas de cristales que había en la parte posterior de la sala. Una vez que la señora bibliotecaria nos había reñido por segunda vez, decidíamos sentarnos y repartirnos el trabajo: lo primero era encontrar la magnifica enciclopedia “Espasa Calpe”, ella por si sola te aseguraba casi el aprobado del trabajo y quedaba de miedo en la bibliografía, lo segundo era buscar al niño o niña con mejor letra para que fuera el que escribiera el trabajo, y lo tercero y más importante, era hablar largo y tendido sobre las chicas del colegio y posibles romances que se sucedían mientras intercambiábamos cromos. Para concluir el trabajo solo nos quedaba hacer la portada, donde figuraran todos nuestros nombres, claro, y una foto que había que recortar “de estrangis” de algún libro relacionado con el tema del que tratara el trabajo en cuestión. Una vez avanzada la tarde y finalizado el trabajo, solíamos retirar algún libro de animales o un comic para llevárnoslo a casa y no devolverlo hasta pasados varios días después de que se cumpliera el plazo de entrega estipulado. Eso le rabiaba a nuestra amiga bibliotecaria. Lo único malo era la sanción de quince días sin poder retirar ningún libro que te imponía.
ResponderEliminarPosteriormente, he ido ocasionalmente a la Casa de la cultura a estudiar algún examen de la universidad o a alguna reunión, pero los recursos y la tranquilidad de la que ahora disponemos en casa hace que no se encuentren razones para acudir a ella. Raro es la persona que no posee enciclopedias en casa, ordenador o ADSL.
Por ello, creo que la Casa de la Cultura tiene que “reciclarse” y adecuarse a los nuevos intereses y necesidades de la sociedad en la que vivimos tanto arquitectónica como funcionalmente hablando. Sé que es fácil decirlo, pero ya los niños y niñas de nuestro pueblo no van a la Casa de la Cultura a buscar la “Espasa Calpe” como hacíamos nosotros, tienen en casa la “Encarta 2007” y “El Rincón del Vago.com”, y mucho menos les hace falta para pasar el trabajo a limpio reunirse allí con la niña de la letra bonita o, ni siquiera, para recortar la foto de la portada del trabajo. Tienen su propio portátil, escáner para digitalizar fotos y una excelente impresora láser a color y, por si hay alguna duda, siempre está el teléfono móvil y el Messenger para hablar y resolver posibles problemas. Además, será inconcebible para un niño o niña ir a estudiar a la nueva biblioteca ubicada a 1.5 km del centro del pueblo, en la Casa Dirección, teniendo la Casa de la Juventud en la C\ La Calleja, justo al lado de la “Plaza Ramón y Cajal” provista con billares, Messenger, dardos e infinidad de actividades lúdicas, que me parecen totalmente complementarias con las académicas y que están siendo bien planteadas, pero que indudablemente son un reclamo mucho más motivador.
Para concluir me gustaría lanzar una pregunta al aire y que cada uno la respondiera en futuros comentarios: ¿Cuál es la Casa de la Cultura que queremos?
Lo que da auténtica grima es el estado de la BIBLIOTECA MUNICIPAL, que por lo visto ahora se desvincula sin ningún problema de la Casa de la Cultura. A mí me parece fenomenal que se mejore la oferta de la Casa Dirección llevando los archivos allí (tampoco está tan lejos de nadie, ¿no? Lo digo después de haber vivido en Madrid y Sevilla y reconsiderar un poco el concepto de distancia... ¿O también hay que concluir que los valverdeños hemos mandado la enseñanza secundaria a los andurriales del pueblo?). Lo que siempre me dio un poco de pena fue ver en invierno a chavales estudiando con el chaquetón puesto en las actuales instalaciones, o el reparto de ventiladores entre universitarios en agosto (el último en llegar, que se joda). ¿Alguien se imagina cualquier otro edificio del Ayuntamiento sin aire acondicionado? No sé si ahora se estarán comprando nuevos libros, y ésa es otra: durante mucho tiempo se han dejado sin renovar los títulos. Y otra cosa que me parece especialmente mal es que no se tengan todos los periódicos del día allí a la disposición del pueblo. Eso sí que me parece a mí censura y fascismo, y lo digo y lo mantengo con todas las letras. Un saludo y gracias por el enlace.
ResponderEliminarCayuela, sobre este tema tenía pocas cosas que decir, pero hace ya unos dos años, movido por mi deseo de encontrar un empleo relacionado con mi carrera y mis ansias de asentarme en Valverde, fui conocedor del proyecto de Edificio Archivo Nuevo y el Centro de Interpretación del Patrimonio, pero cual fue mi sorpresa que tras buscar información sobre los posibles empleos que estas instalaciones iban a generar, me di cuanta de que nadie sabía nada. Tal vez ese NADIE SABIA NADA al que yo me refiera tiene mucho que ver con lo que ahora ha pasado. Yo no sabía lo de la Casa de la Cultura, pero es curioso como ambos proyectos han convergido. Esta claro que esta p`lantado así desde el principio. Un saludo
ResponderEliminarHola a todos. Voy por partes:
ResponderEliminarJuan Carlos, tu descripción de la Kulturhuset me han traído buenos recuerdos y todavía más refuerza la idea que he pretendido transmitir. Espero conocer pronto la Casa de la Cultura de Toronto, así como "to Toronto entero".
El comentario de "generación jasp sae", también me ha traído buenos recuerdos. No sé exactamente quién eres, pero sé que estuviste en el Colegio de Los Molinos ya que nombras a Don Juan Luis y a Doña Anita. Te han faltado Don Fernando, Don Donato, Don José, ... Por cierto la Bibliotecaria es Sole. Respondiendo a tu pregunta, la Casa de la Cultura que yo quiero es una centro lleno de vida y repleto de actividades de ocio. Quiero la Kulturhuset de Estocolmo (que ha descrito perfectamente Juan Carlos) en Valverde. Gracias y espero seguir contando con tus reflexiones.
Manolo, en relación a tu comentario de la ubicación de la Casa de la Cultura, estoy en completo desacuerdo. Voy a poner otro ejemplo. Cuando estuve en Córdoba se planteó el debate de trasladar la Escuela de Agrónomos y Montes (por suerte a mi no me pilló el cambio) desde donde estaba en la propia ciudad a un nuevo Campus situado a 5 km de Córdoba llamado Rabanales. Lo mismo pasó con Veterinaria y otras carreras. El campus se ha planteó en plan modelo americano, es decir, un núcleo universitario a las afueras de la ciudad. Mucha gente (universitarios, profesores, colectivos cordobeses en general) criticaron el hecho de que no podía sacarse de los barrios de Córdoba a los estudiantes, porque eso es lo que da vida a barrios como Ciudad Jardín, Cruz Conde, Centro, etc. Yo también soy de esa misma opinión y me gusta más el modelo Salamanca, con la Universidad en pleno centro y con una ciudad llena de vida. Mi criterio es que los centros culturales, deportivos, o de ocio, mientras se pueda, deben situarse en aquellos sitios con más vida de una ciudad. Digo “mientras se pueda” porque obviamente no podemos montar una pista de atletismo en la Plaza Ramón y Cajal o un botellódromo en el Parque. Lo primero no tendría lógica y lo segundo no sería justo.
En relación a tu comentario Omar, no es la primera vez que escucho que en el tema del trabajo municipal hay un gran ocultismo. Dicho lo cual, no soy quién para opinar porque tampoco me he planteado en serio trabajar para el Ayuntamiento, y no sé muy bien como va el tema. Ya te digo que sólo he escuchado los típicos comentarios, por lo que no me quiero meter en camisas de once varas.
Gracias a todos. Salu2.
Aunque no sabría describirte, me bastó lo de "Cayuela Mora" para identificarte. Mezcla interesante de orígenes murcianos y valverdeños; recuerdos entrañables, muy entrañables. de recovecos de tienda siempre llenos de misterio: presencia ida de familiares (cuando la famlia era grande, grande)siempre cariñosos, siempre vigilantes también...
ResponderEliminarY, sin más, quiero hacerte un comentario en tres fases:
Primera: aunque estoy seguro de que lo harás antes que nada por propia satisfacción, me han venido sentimientos de agradecimiento por tu esfuerzo en la concepción y el mantenimiento del blog, que he descubierto recientemente. Gracias, pues.
Segunda: Como me sucede con frecuencia con cuanto me llega de Valverde (básicamente el "Facanías"), me da la impresión de que la vida de este pueblo gira en exceso en torno a un único centro: el Ayuntamiento, y en general para denostarlo (y, de camino, a la llamada clase política en general). Con lo que se me antoja la valverdeña como una sociedad afectada políticamente de algo así como esquizofrenia con rasgos de afasia: la parte de ella que no habla vota en un sentido que la parte de ella que habla no comparte o incluso rechaza. No es que me extrañe que haya quienes no estén de acuerdo con los gestores de la cosa pública valverdeña; lo que siempre me sorprende es que sólo escucho voces críticas con cuanto el Ayuntamiento hace o deja de hacer.
Tercera: ésta es una consideración de carácter más genérico, que hace referencia a lo que se podría llamar "nacionalismo" valverdeño. Decía Martin Buber (filósofo judío alemán, que formuló el llamado "principio dialógico": sólo en el diálogo con el tú existe verdedaremante el yo) que "ser pueblo es como tener ojos para ver; ser nación, como tener conciencia de que los ojos cumplen su tarea; el nacionalismo, como tener los ojos enfermos y andar siempre con la preocupación de que se tiene ojos". Para el valverdeño nacionalista "nuestra feria sí que es una feria", "como nuestra carne asá ninguna", "como el fandango de Valverde...", "La coral de Valverde sí que canta bien" y así sucesivamente. O sea, anda necesitado constantemente de afirmar las excelencias e incluso la singularidad de lo valverdeño, probablemente porque él mismo no está muy convencido de que la cosa sea tan maravillosa (¿le preocupa una posible enfermedad de sus ojos?).
Un cierto eco nacionalista me ha llegado con el post este referido a la "jugarreta del PSOE con la Casa de la Cultura" y algunos de los comentarios que ha merecido. La sensación que se tiene es que existe un Valverde ansioso de cultura (devorador de libros, siempre hanbriento de conciertos, asiduo de conferencias de los más diversos géneros, familiarizado con el arte en cualquiera de sus manifestaciones) al que ¡ay! no hay quien le dé una respuesta como la que, sin ir más lejos, le han dado sus autoridades al pueblo de Estocolmo.
¿Habrá que decir que Estocolmo forma parte de un país en el que la socialdemocracia ha gobernado durante muchas décadas seguidas con un continuo avance de mejoras sociales generalizadas en sanidad, urbanismo y vivienda, educación, políticas de igualdad, etc. y que en ese país a nadie se le ocurriría considerar graciosas algunas de las cosas que cuenta en su comentario Generación JASP SAE refiriéndose a comportamientos infantiles/juveniles frecuentes entre nosotros?... En fin, se me hace muy tarde. Seguiremos cambiando impresiones
Identificar: 1) el señor vestido de negro, pelo blanco, detrás de D. Américo y delante de J. A. Marín Rite, es D. José González Gastañaga, Senador por Huelva (PSOE) en la Legislaturas Constitucional, I, II y III.
ResponderEliminar2) El señor con barbas sentado junto a Escuredo es D. Rafael Román, entonces Consejero de Cultura de la Junta de Andalucía.
3) Me parece que en la segunda fila (con gafas de cristales ahumados, cara redonda, mirando de frente)se ve a D. Antonio Pérez Vázquez, juez comarcal de Valverde
Muy buen comentario el tuyo, Daniel. Como bien sabrás, la influencia de la política en la sociedad valverdeña se ha acrecentado enormemente en los últimos ocho años a través de la Diputación Provincial. Ahora Petronila Guerrero quiere dejar marcada su impronta ("asesores, go home"), así que la tupida red del poder valverdeño parece que se desplazará a las mancomunidades de la Campiña, el Andévalo y la Cuenca Minera, que la verdad no están para grandes dispendios... Hace ya unos cuantos años, un emprendedor del calzado local me enfatizaba en petit comité: "La gran empresa de Valverde es el Ayuntamiento". Eso genera ciertas tensiones entre la opinión pública de cualquier sociedad medianamente democrática, y creo que la valverdeña ha dado muestras de serlo. Ahí encuadro las denuncias que se ventilan en los medios de comunicación, quizá porque estuve en el consejo de redacción de Facanías o tal vez porque, en términos generales, recelo de cada teoría conspirativa que llega a mis oídos. Sobre el nacionalismo valverdeño, está por escribirse un gran artículo de denuncia, ¿no crees? Este post que dejaste en el blog de Manolo Cayuela lo bosqueja. A mí me produce vergüenza ajena, aunque a veces creo que debería sentirla en alguna parte como propia, ¿verdad? Ahora, por ejemplo (y no quiero hacer mucho sangre con este asunto), ya tenemos la cola de poetas locales en el Ayuntamiento para que les vayan poniendo sus nombres a cada callejuela que se inaugure... Ahora, el gran homenaje a la catetura nacionalista se hizo con aquella airada protesta para que la inauguración del teatro municipal la copara cada artista valverdeño. La orquesta rusa, al Santo. ¿Por qué? Pues volvamos al principio de todo: porque ese Ayuntamiento, al que todos culpabilizan de todo, fue el que le regaló los oídos a campanilleros, comparsas, actores y demás geniales diciéndoles que no habría teatro sin ellos, que era "de" los valverdeños, "para" los valverdeños y "por" los valverdeños... Siendo sinceros, yo creo que ahí se tocó fondo. Algún imbécil seguramente dirá que ésta es otra de mis pataítas a Valverde, pero uno asume ya el riesgo. Nos faltan siglos para aspirar a un modelo social y cultural como el sueco. Pero para qué negarlo: ¿dónde mejor que durmiendo en el suelo debajo de un pino verde? Un saludo afectuoso tanto para ti, Daniel, como para el responsable del blog y su hermana.
ResponderEliminarHola Daniel. Gracias por tus palabras.
ResponderEliminarA medida que pasa el tiempo veo lo diferentes que son todos mis primos. Los Cayuela son cariñosos, relaciones públicas y tienen un punto de locura. Los Mora son honrados y trabajadores. Los Álvarez son cultos, vivos pero también despistados. Los Vizcaíno son bonachones y cabezotas. Mi madre, que de esto sabe más que yo, siempre me dice que yo soy Mora. Me imagino que mi personalidad será un crisol de mis cuatro ramas de abuelos.
Resulta curioso que me recuerdes el origen murciano del apellido Cayuela. Hace tan sólo un mes que venía de vuelta de vacaciones de Alicante y me paré en el pueblo de mi abuelo Telesforo: Totana. Nunca antes había estado allí. Con ello te quiero decir que me siento valverdeño por los cuatro costados, aunque uno de mis abuelos sea murciano. También soy candonero porque mis abuelos José y Dolores eran valverdeños de Candón.
Aprovecho y enlazo con el tema del “nacionalismo” valverdeño. No creo que ésta característica sea exclusiva del valverdeño. Hasta en una ciudad del tamaño de Sevilla existe localismo exacerbado: ¿habrá torre más bonita que la Giralda y barrio con más gracia que Triana? (Por no hablarte del Betis y del Sevilla) Muy buena la cita de Martin Buber; tu reflexión abre un debate interesante sobre la concepción que los valverdeños tenemos de nosotros mismos. Yo sinceramente pienso que somos bastante tolerantes y que aquí se vive estupendamente, aunque puedo tener “enfermos los ojos” o puedo ser “corto de mira”.
En el Andévalo y en la Sierra de Huelva, el poder de los Ayuntamientos y de otros organismos públicos tiene mucha influencia a la hora de ganarse la vida. ¿Cómo no va a estar el Ayuntamiento en el punto de mira continuamente? En el Valverde de finales del XIX y principios del XX, el punto de mira sería la empresa inglesa del ferrocarril y las minas. El Pelachingo del siglo XXI ahora dice “quiero el culo para meterlo en el Ayuntamiento”
Acepto que soy bastante crítico con el Equipo de Gobierno en Valverde, pero palpo que hay mucha más gente de la que tú crees que sólo lo es la intimidad. Por ello creo que hay que dar la cara e implicarse más en los asuntos municipales, cada uno aportando su granito de arena, ya sabes, crítica constructiva. Permíteme que sea más pragmático en el tema de la Casa de la Cultura; si he pecado de algo es de haberme quedado corto. Pariente, allí terminas empapado de sudor en verano y muerto de frío en invierno. ¿Y ahora nos gastamos 600.000 € en crear otro edificio de dudoso éxito? “No te puedes comprar un chalet en Matalascañas si la casa donde vives en el pueblo está en ruinas”
No se si te reconocería, aunque si puedo identificarte. En mis abundantes incursiones en los antiguos Facanías, recuerdo perfectamente haberte visto flanqueado por Pedro Borrero y Sebastián (el del Bazar) cuando fuiste Gobernador en Toledo. Te reconozco que “oftalmológicamente” soy bastante miope, así que párame si no te saludo en la feria o en cualquier otra ocasión que nos crucemos por Valverde, no creas que pretenda escabullirme. Mientras que eso sucede espero seguir contando con tus comentarios.
P.D.: escríbeme al correo electrónico, porque entre los viejos papeles de mi tía (tu tía) Avelina Álvarez Blanco, un día encontré una vieja carta escrita por ti desde Roma. A lo mejor te gustaría leerla y te la envío escaneada sobre la marcha.
Salu2
Hola Manolo, soy Juan Duque, entraba para agradecerte el que pusieras la foto de la Olímpica que utilicé para hacer un montaje “de andar por casa”, con el himno y me he llevado una sorpresa y me han venido mil recuerdos, con el Kulturhuset. Hace unos pocos años estuve allí representando varios días con el CAT y de verdad que me dejó impresionado, como iba a trabajar tenía pleno acceso a todas las instalaciones y es tan impresionante la infraestructura visible a todos como su organización interna, algunos actores incluso vivían en los camerinos. Coincidió nuestro estreno con una festividad en la que todo el mundo va al cine, no me preguntes por qué, la sala estuvo llena todos los días y el público se lo pasó muy bien, nos invitaron los responsables a una cena, en un local muy chic, algo así como de Moon algo, con un grupo en directo, fabuloso y después las mesas desaparecían y era discoteca.
ResponderEliminarLo que no llego a entender es que parecido puede tener con la Casa de la Cultura de Valverde. El Kulturhuset efectivamente está en el centro, pero el centro de Estocolmo, no sé qué opinaran los que están en otros distritos de su cercanía, los responsables del centro nos buscaron un hotel bueno y cercano, era como ir del Rollo a la Casa Dirección, por supuesto que hay casas cerca y hoteles, pero al nivel de centro de Estocolmo, o sea que está cerca como siempre de los más pudientes. Tienen todas las actividades muy bien organizadas y centralizadas allí, porque hay como dos horas de sol al día y unas bajas temperaturas, no pueden disponer como nosotros de otros lugares al aire libre donde hacer las actividades sin peligro de congelación.
Lo de la actual Casa de la Cultura, por lo poco que se, va a tener una remodelación total y se va a convertir en una gran biblioteca. Menos mal que no está en el centro la nueva, porque para el que vaya en coche no sé donde lo iba a aparcar y para el que vaya andando, siempre será menos que ir hasta el Kulturhuset en comparación y además sin peligro de congelación.
Pero de verdad Manolo, me has traído muchos recuerdos al recordármelo, nunca olvidaré esos días, fueron maravillosos.
Hola Manolo:
ResponderEliminarNo he contestado antes a tu comentario porque los fines de semana no suelo estar operativo. El comentario que le hice el viernes a Daniel, lo escribí sin leer el tuyo y resulta que contestando a Daniel ambos coincidimos en algunas cosas.
Que el Ayuntamiento es la gran empresa de Valverde, estoy de acuerdo. Yo recordaba el viernes la famosa anécdota de Pelachingo cuando fue al Director Inglés de la compañía Alkali a pedirle trabajo. Resulta que Pelachingo se fue de la empresa por una huelga y antes de irse le espetó al inglés “yo quiero el ferrocarril para metérmelo en el culo” Cuando se vio obligado a rectificar el inglés le recordó su frase, pero Pelachingo que tenía salida para todo le dijo: “No mister, yo le dije que quería el culo para meterlo en el ferrocarril” Hoy en Valverde Alkali es el Ayuntamiento, Diputación, Mancomunidades, etc. Este hecho motiva, que el Ayuntamiento esté en el centro de la vida valverdeña.
En relación al nacionalismo valverdeño pienso que no es menos que en otros pueblos o ciudades de Andalucía. Ejemplos los podemos ver prácticamente en cualquier programa de Canal Sur. No sé si este blog sería el espacio ideal para abrir ese debate porque yo mismo soy de esos que pregona por ahí las excelencias de Valverde, así que padezco también de valverdeñismo. Pero sí quiero que aquí se recojan todas las opiniones y tendencias posibles.
Si es preocupante que aquí se den medallas y reconocimientos a todo el mundo y por cualquier motivo. Ya leí comentarios de los hermanos Romero Boza en la página de Alfonso Macías que iban en esa línea y estoy de acuerdo. Pero con todo ello los mismos que homenajean a diestro y siniestro después se olvidan de otras personas. El caso más cercano es el de mi tío Antonio Rico. Pero de eso tengo pendiente hablar otro día.
Salu2
Hola Juan:
ResponderEliminarGracias, bienvenido y un honor contar con tu comentario en el blog. La verdad es que por lo que sé de ti y por las cosas que cuentas, me hago una idea de la cantidad de vivencias y situaciones que te han ocurrido, por tanto tienes mucho que aportar. He podido ver tus maquetaciones (¿de andar por casa? están muy curradas) Tienes vía libre para que cuentes con contenidos de este blog para hacerlas.
La casa de la cultura de Estocolmo no tiene nada que ver con la antigua ni con la nueva de Valverde. La puse de modelo a seguir que propongo como objetivo que debería haberse puesto aquí en Valverde. Por desgracia, y ojalá me equivoque, creo que la nueva Casa de la Cultura, estará muy lejos de ser la Kulturhuset, porque desde su inicios ya ha sido concebida distinta.
Sabía que podía salir el tema que tú planteas “que opinarán los que están en otros distritos de su cercanía”. En el caso de Valverde, estamos en un pueblo donde las distancias más largas andando desde el centro son 15 minutos. En el caso de que se plantee necesidades para barrios concretos, existe una figura que es la biblioteca de barrio. Por ejemplo, en Córdoba se denominan Centros Cívicos.
En relación a la remodelación que mencionas de la biblioteca, yo no he escuchado nada y me parece una buena noticia lo que escribes. No obstante apuntar que informándome para escribir éste artículo leí una entrevista a Lucia Mantero en Facanías, donde decía que se iban a acometer reformas en la biblioteca, y de eso han pasado ya unos 7 años.
Dejo para el final un tema que merece un artículo aparte. Mencionas que si se pone una Casa de la Cultura en el centro “el que vaya con el coche donde lo va a aparcar”. Por lo visto Valverde es el pueblo de la provincia con mayor número de coches por habitante. ¿Por qué coger el coche para todo? Yo siempre intento ir a todos los sitios andando pero sé que eso en Valverde es raro. Cuando se inaugure la nueva casa de la Cultura, seré el primero en ir y por supuesto iré andando.
Espero seguir contando con tus comentarios. Salu2
Hola Juan Duque,
ResponderEliminarMe ha entretenido mucho leer tus vivencias en Kulturhuset. Como ciudadano de Estocolmo que fui durante unos años, no puedo dejar de recordar la maravillosa semana de cine internacional de la que se puede disfrutar todos los años en Noviembre. Creo que es a eso a lo que te referías en tu comentario? Durante esa semana hay muchas novedades que pueden ser vistas por un precio muy asequible. Por si a alguien le hace ilusión aprender más sobre este festival de cine, existe una página web con mucha información útil: Stockholms Internationella Filmfestival.
Obviamente Valverde no puede aspirar a tener una Casa de la Cultura como la de Estocolmo, pero se podría conseguir un sitio en el que la gente de Valverde se sintiera a gusto y disfrutara visitándola rodeados de creatividad y curiosidad por el conocimiento. Con la cantidad de buenos artistas y pensadores que hay en Valverde, sería una auténtica maravilla.
La persona que está detrás de Rafael Escuredo (no Escudero, como indica el rótulo de la fotografía), con grandes gafas de sol, mirando hacia la cámara, con corbata oscura es el Juez Don Antonio Pérez Vázquez, según me confirma su sobrino José Pérez.
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