El periodista José Antonio Gómez Marín, hijo adoptivo de Valverde, gana el XVI Premio ABC «Joaquín Romero Murube»
El jurado le otorga el galardón a este escritor por el artículo «Vivir para el otro», publicado en El Mundo Andalucía el pasado 20 de octubreEs Valverde (es noticia).-
Fuente ABC
El reconocido periodista de orígenes valverdeños, José Antonio Gómez Marín, ha sido galardonado por el prestigioso premio de periodismo «Joaquín Romero Murube». En julio de 2011, el pleno del Ayuntamiento de nuestra localidad declaró al también escritor Hijo Adoptivo del municipio, reconociendo la trayectoria profesional y personal de un hombre que siempre ha estado estrechamente relacionado con la localidad. Por entonces, la alcaldesa de Valverde, Loles López, elogió la figura de Gómez Marín, de la que ha dicho que trasciende el ámbito andaluz y nacional.
Premio «Joaquín Romero Murube»
El acta del jurado, reunido este jueves, señala lo siguiente: «Reunidos en Sevilla, en la Casa de ABC, el Excmo. Sr. Don Antonio Burgos Belinchón, Don Ignacio Camacho López de Sagredo, Don Ignacio Montaño Jiménez, Don Luis Sánchez Moliní y el Excmo. Sr. Don Rafael Valencia Rodríguez, que actúa como presidente del Jurado del XVI Premio ABC Joaquín Romero Murube, correspondiente a trabajos publicados en cualquier periódico o revista en español, desde el 1 de enero de 2015 al 31 de diciembre de 2015, se ha llegado por mayoría al acuerdo de conceder el premio al trabajo titulado: «Vivir para el otro», del que es autor D. José Antonio Gómez Marín, y que fue publicado en el periódico El Mundo Andalucía el día 20 de octubre de 2015.
"Vivir para el otro" (Trabajo premiado)
Por José Antonio Gómez Marín (20/10/2015)
YO NO me sé la crónica de las Hermanas de la Cruz, esa orden tan sevillana y andaluza que ha conseguido en un siglo y pico que Roma le canonice a dos de sus Madres o, por mejor decir, a dos de sus hijas, pero recuerdo que mi padre veía como un signo milagroso el hecho de que la II República consintiera su enterramiento conventual y le pusiera una calle céntrica en Sevilla que no le quitó ni el Frente Popular. Las veo desde niño en mi entorno familiar, vestidas con su eremítica estameña, silenciosas y diligentes, siempre al servicio de los enfermos y necesitados, como recuerdo la tabla recia en la que durmió hasta su muerte alguna de mis tías o su presencia amable y candorosa en el lecho de muerte de mi madre, grandísima aficionada suya, tal como ahora las veo de buena mañana apretar el paso camino de alguna faena, los ojos bajos como quien no quiere dar crédito a lo que ve. Lo que se fraguó en un piso alquilado por una zapaterita de banquilla, anda hoy trajinando por medio mundo y hasta ha conseguido de Roma dos canonizaciones nada menos, la de su humilde fundadora y la de una señorita madrileña, licenciada en aquellos años difíciles, elevada a los altares en tiempo récord y coincidiendo con el quinto centenario de la doctora Teresa, de Ignacio de Loyola y de Francisco Javier. He conocido pocas aficiones como las que despiertan estas azacanas a lo divino, ancladas voluntariamente en los rigores ascéticos de antaño, pero incansables frente a una desdicha que es siempre la misma. No sé en qué acabará formulándose el culto a santa María de la Purísima. Del de santa Ángela, baste decir que el canon no ha logrado arrebatarle a sus devotos el derecho a seguirla llamando «madre Angelita».
Cuando sostuve hace tiempo en algún libro que cada época tiene su modelo de santo, se me escapó la evidencia de que, siendo ello probablemente cierto, existen en el mundo santos intemporales, como encallados en su recia voluntad solidaria precisamente desde la marginación, desde su renuncia heroica a una vida propia consagrada a los otros, a los demás, un día tras otro, llueva o ventee, sin requisitos ni condiciones. Dos santas en un siglo y pico lo dicen todo. Recuerdo que cuando las llamé para anunciarles que no tenía otro remedio que reducir mi vieja contribución mensual me colmaron de agradecimiento como si les acabara de regalar un tesoro. La caridad no tiene precio. Y ellas, que lo saben bien, la despachan al por mayor.
¿ y este sr. quien viene siendo ?
ResponderEliminarQue pasa no sabes leer.
EliminarBúscalo en wikipwedia. Y, por cierto, ¿tú quién eres?
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSoy sobrina de Juanito Pena el que saca los gurumelos en el charco de las tres encinas, casada con Pepe el extremeño y tengo dos hijos. !haaaa, sé leer, pero no identifico a éste tio tan valverdeño ! IDENTIFIQUENMELÓ VDS. TIOS LISTOS.
ResponderEliminarValverde no es sólo Rocío, motos y canastos de gurumelos.
EliminarHay personas que triunfan en el mundo de la cultura y el arte, pero muchos no ven más allá de una flauta y un tamboril.
no solo de una flauta y un tambor sino que no ven mas alla de una cuarta de sus narices pandilla de incultos asi nos va
EliminarY tú?
ResponderEliminarPues sigo sin saber quien es este tio. ! coño,porqué no me lo explicais, joder ! y no soy una inculta.
ResponderEliminarEste tio, era un poeta sevillano al que EL MANI, le sacó unas sevillanas muy bonitas que dieron mucha lata en los años 80. "Sevillanas para Joaquin Romero Murube"
ResponderEliminararzapayá, puro catón
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